El tercer acusado por el crimen de Ariel Oropeza, el joven boliviano de 22 años asesinado brutalmente el pasado 20 de abril en Lavalle, fue detenido este viernes por personal de la División de Homicidios de la Policía de Mendoza. Por el crimen ya habían sido arrestados sus hermanos.
Se trata de Lucas Hernan Bazán (22), el tercer y último sospechoso del crimen de Oropeza, que además es hermano de Martín y Diego Bazán, quienes quedaron detenidos a los dos días del homicidio.
Martín y Diego fueron capturados en El Algarrobal a los dos días de la muerte del ciudadano boliviano, gracias a los testimonios del tío del fallecido, quien fue testigo de lo sucedido.
La fiscal de Homicidios Andrea Lazo ordenó la detención de los tres hombres, de los cuales dos fueron capturados el 22 de abril pasado. La representante del Ministerio Público Fiscal los imputó por los delitos de robo agravado y homicidio criminis causa y ordenó su traslado al penal. Lo mismo sucederá con Lucas Bazán.
Detención
Durante la mañana de este viernes, personal de la División de Homicidios de la Fiscalía de Homicidios se dirigieron hasta una vivienda del B° Sta. Teresita, en Las Heras, luego de que les informaran que allí se escondía el tercer sospechoso.
Con orden de llamamiento, irrumpieron en el domicilio y se encontraron con Bazán intentando fugarse tras escucharlos llegar. El joven comenzó a trepar los techos de los vecinos, por lo que se dio inicio a una persecución policial, en la que finalmente pudieron atraparlo y trasladarlo a la sede judicial.
El crimen
Ariel Oropeza Acuña era oriundo de Bolivia y llegó a la provincia en enero pasado. Sin embargo, en cuestión de minutos encontró la muerte en el mismo lugar donde intentaba rehacer su vida, luego de compartir un momento con amigos en el que surgió una discusión por una deuda pendiente, que terminó de la peor manera.
Según indicaron fuentes oficiales, en la reunión que se llevó a cabo en la casa 19 del Loteo Oliva, en Villa Tulumaya.
De acuerdo a lo que declaró el tío de la víctima, todo ocurrió pasadas las 21 cuando se fue al baño. Al regresar vio a su sobrino tendido en el suelo cubierto de sangre y a uno de los atacantes con un arma de fuego en la mano. Rápidamente los hermanos Bazán se subieron a su camioneta utilitaria de color rojo y emprendieron la huida del lugar.
El tío de la víctima, y único testigo de lo sucedido, le pidió ayuda inmediata a un amigo, quien llegó al domicilio del crimen en una moto de 150cc de color negro. En la misma viajaron los tres llevando al herido en el medio, hasta que llegaron al hospital local Domingo Sícoli, donde arrojaron a Oropeza en la explanada y se fueron a toda velocidad.
Oropeza debió ser trasladado al hospital Central, debido a la gravedad de su estado de salud por los tres disparos recibidos, de los cuales dos fueron en un hombro y otro en el centro del pecho, quedando la bala alojada en un lugar crítico. Minutos más tarde, el joven falleció.
