Videos que no aportan demasiados datos, una descripción de uno de los delincuentes y una recompensa ofrecida por el Gobierno son algunos de los elementos con que cuentan los investigadores para resolver el homicidio de Juan Villanueva (55), el fletero que fue baleado en Guaymallén cuando le robaron la camioneta.
Tras el fallecimiento de Villanueva, desde la Fiscalía de Homicidios y desde la división Homicidios de la Policía de Mendoza, se entregaron a los medios tres videos donde se puede ver a dos de los tres sujetos que abordaron a la víctima en la noche del 10 de abril, cuando llegaba a su casa.
Se trata de imágenes de cámaras de seguridad de vecinos que muestran a dos hombres que caminan en las cercanías el cruce de las calles Gutenberg y Colón, de Guaymallén.
Para los investigadores se trata de los delincuentes y por ello filtraron a los medios los videos con la idea de que cualquier personas que los reconozca por la ropa, el modo de caminar o cualquier otro detalle, pueda denunciarlos.
A modo de incentivo, desde el 13 de abril –tres días después que Villanueva fuera baleado- el Ministerio de Seguridad ofrece una recompensa de 700.000 pesos “para quien brinde información fehaciente que permita dar con el/los autores del hecho en que resultó gravemente lesionado Juan Villanueva”.
Por otra parte, los familiares de fletero aportaron a la causa un dato de importancia que ofreció la propia víctima luego de que fuera herida: uno de los tres delincuentes –en el video solo se ven dos- tiene tatuado en uno de los pómulos una estrella.
Este dato podría ser clave si la investigación avanza y se logra detener a los autores del homicidio.
El ataque
El 10 de abril, cerca de las 21, Juan Villanueva llegó a su casa a bordo de su camioneta una Nissan Frontier, modelo 2004, color gris. Era domingo de Ramos y el hombre había ido a buscar a la iglesia a su madre y a una vecina.
Al llegar a su domicilio, ubicado en Gutenberg y Colón de Guaymallén, paró el motor para bajarse a abrir el portón y guardar el vehículo.
Mientras abría la cochera escuchó un grito y fue entonces que vio a los ladrones robándole la camioneta. En un intento desesperado por evitar que se llevaran a su madre dentro del vehículo –sin saber que la mujer ya se había bajado- Villanueva se colgó de la caja y resistió con durante dos cuadras hasta que uno de los ladrones le disparó con un arma de fuego calibre 22. El proyectil le impactó de lleno en el pecho y cayó al suelo.
En los 40 minutos previos a que llegara la ambulancia del Servicio de Emergencia Coordinado (SEC) el fletero estuvo lúcido. Hasta habló con los vecinos y los policías que arribaron al lugar. Alcanzó a describir a los ladrones y aseguró que uno de ellos tenía un tatuaje, con forma de estrella en el pómulo.
Luego fue llevado de urgencia al hospital Central, donde en un primer chequeo los médicos aseguraron que no precisaba de cirugía, creyendo que la bala estaba alojada en la parte baja del lado derecho del tórax, por lo que quedó en observación. El lunes en la madrugada, Villanueva se descompensó y los nuevos estudios revelaron que la bala se había alojado cerca del corazón, un lugar de extrema peligrosidad.
Con el correr de las horas el cuadro empeoro: le ingresó sangre en los pulmones y entró en coma. Falleció ayer a las 19, mientras era asistido en Terapia Intensiva.
Dos días después del asalto, agentes de la Unidad Especial de Patrullaje de Las Heras fueron alertados sobre un vehículo en llamas. Cuando los bomberos lograron extinguir el incendio, confirmaron que se trataba de la camioneta de Villanueva. El vehículo resultó con daños totales.
