Comenzaron este martes las indagatorias a los imputados en la causa por la muerte del ex cantante de One Direction Liam Payne. Dos de los acusados se negaron a declarar.
Según se dio a conocer, los dos imputados que no dieron testimonio frente a la jueza Laura Bruniard fueron el empleado del hotel, Ezequiel Pereyra, y el supuesto dealer, Brian Paiz.
En la causa también está imputado el empresario y amigo de Payne, Rogelio Nores, y en los últimos días se sumaron dos personas más.
Se trata de Esteban Reynaldo Grassi, jefe de seguridad del hotel, y Gilda Martín, gerenta del hotel CasaSur, situado en Costa Rica 6032, barrio porteño de Palermo.
Vía Zoom, este martes se iniciaron las indagatorias, y se espera que continúen este jueves 19 de diciembre, informó la Agencia Noticias Argentinas.
Nores se encuentra acusado del delito de abandono de persona seguido de muerte, mientras que Pereyra y Paiz están sindicados de haberle suministrado estupefacientes al ex integrante de la banda británica One Direction.
Aunque no trascendieron los cargos, a Grassi se lo apunta por la llamada a emergencias previo a que se desencadenara el hecho final en el que el cantante murió.
Según la autopsia, Payne estuvo consumiendo alcohol, cocaína y antidepresivos durante al menos tres días antes de su muerte.
El intérprete falleció el 16 de octubre tras caer del tercer piso del hotel donde se hospedaba en Buenos Aires, sin que pudiera establecerse fehacientemente hasta el momento cómo se produjo el trágico episodio.
Los peritos forenses detectaron que en el cuerpo del artista había droga, la cual estaba en su orina, su sangre, en su contenido gástrico y en sus fosas nasales.
El análisis toxicológico también reveló otra sustancia: sertralina, un potente antidepresivo, comercializado en Estados Unidos bajo la marca Zoloft.