La madre del niño mendocino de 8 años que tras 20 días de búsqueda fue encontrado en un hotel de Buenos Aires fue llevada al penal de Almafuerte, luego se ser imputada por haberse llevado al niño contradiciendo una orden judicial.
Esta mañana, C. L. –su nombre no se publica para evitar la identificación del menor- fue imputada por el delito de sustracción de menores, que tiene penas que van de los 5 a los 15 años de prisión.
La mujer decidió no declarar ante Gabriel Blanco, Fiscal de Instrucción que instruye la causa junto al Jefe de la Unidad Fiscal de Delitos No Especializados, Sebastián Capizzi por lo que se ordenó que quedara detenida en la Unidad 3 del Penal de Mujeres ubicado en Almafuerte II, Cacheuta Luján, ya que se trata de un delito que no es excarcelable.
Por otra parte trascendió que el pequeño se encuentra en buen estado de salud y que tras regresar a Mendoza el juez de Familia Rodolfo Díaz ordenó que quedara en la casa de una persona allegada a la familia.
Ahora, comenzará un proceso de revinculación con su padre que tras años sin verlo, le fue dada la custodia por el mismo juez, hecho que habría generado que la madre se escapara a Buenos Aires con su hijo.
Un largo proceso judicial
El 25 de mayo pasado el menor que había desaparecido el 5 de mayo pasado en la Ciudad de Mendoza fue encontrado por la Policía en un hotel de Tigre, provincia de Buenos Aires junto a su madre.
La mujer fue detenida y el chico quedó a cargo del equipo del Sistema de Emergencia Social de Tigre y profesionales de la Secretaría de Mujeres Géneros e Infancias, junto a psicólogos y trabajadores Sociales de la Dirección de Niñez y Adolescencia de Tigre, con la supervisión la Dirección de Protección de Derechos de Niños de Mendoza. Luego, ambos volvieron a Mendoza en los últimos días.
La desaparición de pequeño tiene atrás un largo camino judicial: el 17 de mayo pasado, el juez de Familia y Violencia Familiar, Rodolfo Gabriel Díaz, permitió que los medios informaron que Felipe había desaparecido junto a su madre el 5 de mayo y que era buscado no sólo por la Policía de Mendoza sino también por la organización Missing Children.
Según la información suministrada por el Poder Judicial “se solicitó la intervención de la asociación dedicada a la búsqueda de personas MIssing Children, en el marco de una investigación que se lleva adelante con el fin de hallarlo y disponer las medias necesarias para su adecuada protección y cumplimiento de sus derechos”.
Tras ser encontrados en Buenos Aires, Martín Ahumada, jefe de la Secretaria de Información del Poder Judicial, informó que la madre del niño se lo había llevado desde la escuela de Ciudad donde el niño estudia.
La judicialización del caso es de larga data: hace cuatro años, el padre, solicitó un régimen de comunicación tras separarse de su pareja, con la intención de verlo algunos días y fines de semana.
En ese momento la madre denunció que el hombre (y su familia) había abusado del menor. De inmediato se inició una causa penal, una investigación que concluyó cuando el padre fue sobreseído, determinándose así que no hubo abuso.
Durante los cuatro años en que duró ese proceso judicial, padre e hijo dejaron de verse. Pero cuando la causa penal se cerró, el padre volvió a solicitar la revinculación. Y el juez Díaz dio luz verde al pedido, generando dispositivos para que ese reencuentro se hiciera en lugares neutrales, bajo la supervisión de trabajadores sociales.
Este proceso fue obstaculizado por la madre. Se inició luego otro proceso de revinculación y el padre pidió la custodia. El juez, tras entrevistar a testigos –algunos, docentes de chico-, detectó algunas anomalías como faltas a la escuela y falta de cuidados en la higiene por le dio la custodia provisoria al padre. La madre apeló la orden y la cámara de apelaciones le dio la razón al juez. Ante esta situación, la mujer optó por llevarse al pequeño.