Uno de los integrantes de una violenta banda cuyos integrantes simulaban ser policías y que realizó dos robos en el Gran Mendoza fue condenado a 10 años de prisión, durante un juicio abreviado.
Ayer, la jueza María Belén Renna fijó la pena de 10 años para Juan Manuel Yáñez (23), luego de defensor pactara con la fiscal la fiscal de Robos y Hurtos Florencia Díaz la realización de un juicio abreviado por dos causas: robo agravado y robo agravado y privación ilegítima de la libertad. El acusado se declaró culpable en ambos casos.
Armados y con chalecos antibalas
El primer hecho se produjo el 24 de diciembre de 2019, a las 3.30 Juan Manuel Yáñez, Brian Nahuel Gabiola Salinas, Fernando Ortiz Úbeda, Brian Reynoso y un hombre conocido como Ñoño Gordo, simulando ser policías, y armados y con chalecos antibalas, ingresaron a una casa ubicada en la manzana E del barrio Parque Oeste de Godoy Cruz.
“Dame la plata o te doy un tiro”, le dijo uno de los delincuentes a la dueña de casa mientras le apuntaba al pecho, en tanto que otro le pegó una patada en las costillas al hermano de mujer y lo amenazó con llevarse a su hijo.
Luego, otro ladrón lo llevó por toda la casa, mientras le apuntaba a la cabeza diciéndole “hijo de puta, dame toda la plata”, por lo que le entregó 3.200 pesos.
Algunos vecinos escucharon ruidos extraños y llamaron a la policía que logró detener en el lugar a Yáñez y a Gabiola con el dinero robado, en tanto que los otros sujetos lograron escapar.
“Somos de la brigada”
El segundo atraco fue en la noche del 12 de junio de 2020, Pablo López Peralta, alias “Dainamo”, invitó a dos personas a tomar unos tragos a su casa, ubicada en la calle Peltier al 100 de Godoy Cruz.
En un momento el dueño de casa salió un momento y volvió a entrar, dejando la puerta entreabierta. Cuando los invitados se estaban yendo, ingresaron Juan Manuel Yáñez, Lucas Hidalgo Romero y tres sujetos más no identificados, todos armados y diciendo “somos de la brigada, somos de la brigada”.
Luego los delincuentes ataron de pies y manos y les taparon los ojos, los tiraron al piso, los golpearon para decirle a uno de ellos dónde vivía, al tiempo que se le sacaban las llaves de su casa.
En ese momento llegó al lugar Roque González Kaufman, quien se sumó a la banda y fue con Yáñez hasta la casa de uno de los invitados, ubicada en Guaymallén utilizando el Ford Focus de la víctima.
Horas más tarde los dos ladrones llegaron a destino, abrieron la puerta de la casa 4 del barrio Vida la Fontana Norte de Guaymallén, donde encontraron a la madre del dueño de casa. La tiraron al piso mientras le apuntaban con sus armas y le dijeron “dame la plata”, mostrándole la llave del hijo y diciéndole “lo tenemos secuestrado”.
Luego de atarla, se comunicaron con su hijo, quien le dijo a la mujer que le diera el dinero porque lo iban a matar y que el dinero estaba en una valija negra. Los delincuentes la encontraron y sacaron 13.100 dólares y 6.300 pesos, además de dos relojes de mujer y algunas joyas de oro.
Sin embargo, mientras escapaban fueron detenidos por la policía a 150 metros de la vivienda y con todos los objetos robados. Mientras tanto, los otros integrantes de la banda, llevaron a las dos víctimas hasta la calle Dorrego y los dejaron ahí, no sin antes robarles los teléfonos y le dinero que tenían encima.
Dos personas más quedaron complicados en el asalto porque al día siguiente Juan De Rosas Sarelli llegó al departamento de Godoy Cruz donde se había iniciado el golpe y llamó a Jennifer Cotela, quien fue hasta el lugar y se encargó de limpiar el lugar para que la policía no pudiera encontrar rastros del ilícito.