A 10 años de prisión fue condenado un joven que había sido capturado luego de haberle propinado una salvaje paliza con un fierro y provocarle fractura de cráneo a un sereno en San Rafael tres meses atrás.
En el palacio de Tribunales sureño cerca de las 13 de este viernes el juez Ariel Hernández leyó la sentencia en la que condenó a Lucas Talaguirre (26) por el brutal ataque a Esteban Soto (18) ocurrido el 12 de junio pasado junto a la obra de remodelación del paseo Luis Huerta, ubicada en la esquina de Coronel Plaza y Patricias Mendocinas.
Talaguirre fue penado como “autor responsable de los delitos de homicidio simple en grado de tentativa y violación de las medidas dispuestas para impedir la introducción o propagación de una epidemia, en concurso real”. Es que la agresión se produjo en plena cuarentena, con restricciones de circulación.
Talaguirre continuará detenido en la Unidad Penal 10 El Cerrito.
La paliza que sufrió Soto se desató a las 2.30 del 12 de junio cuando el adolescente intentó frenar la golpiza que el ahora condenado le estaba dando a la novia. Talaguirre lo atacó con un fierro, y cuando el sereno cayó al piso, le pateó la cabeza.
Minutos después, la víctima pidió ayuda en la base de Investigaciones en el Sur provincial. Los uniformados notaron que hablaba con dificultad y comprobaron que presentaba una grave lesión en la cabeza, por lo que llamaron a una ambulancia. El muchacho ingresó al hospital Schestakow, donde los médicos diagnosticaron que había sufrido traumatismo encéfalo craneano grave con fractura y hundimiento de cráneo, por lo que lo enviaron a terapia intensiva.
Sabuesos de la División Delitos Tecnológicos recuperaron imágenes de la cámara de seguridad de un comercio y lograron identificar al agresor. Entonces se realizó un allanamiento en su casa pero finalmente fue capturado en la vivienda de su novia, en calle Bombal al 1.000.
Fue el propio Talaguirre quien, sin saberlo, les abrió la puerta a los policías que iban a buscarlo. Intentó escapar aunque fue rápidamente reducido. Tenía puesta la misma remera que los investigadores habían observado horas antes en la filmación del momento de la golpiza a Soto.
