En menos de una semana se resolvió el juicio que tenía como sospechoso al ex gremialista Víctor Eduardo Yanzón (66), por los abusos sexuales sufridos por sus dos hijastras. Este lunes culminó el debate, con una condena de 25 años.
Detenido desde mayo del año pasado, el ex secretario general del Sindicato del Personal de la Universidad Nacional de Cuyo (Spunc) enfrentó el proceso final de la investigación. Se sentó en el banquillo de los acusados el miércoles pasado, frente al fiscal en jefe de la fiscalía de Delitos Sexuales, Alejandro Iturbide, y ante el abogado querellante, Fernando Vera Vázquez.
Del otro lado de la sala el imputado y su defensa, y de por medio el juez Diego Lusverti. Tras la declaración de las víctimas y los peritos psicológicos y psiquiátricos que trabajaron en el caso, esta mañana se realizó la etapa de alegatos.
En el pedido de penas la querella solicitó 27 años de cárcel y el defensor absolución por el beneficio de la duda, en tanto que la fiscalía reclamó una sentencia de 25 años. Por esta última postura se inclinó el juez, condenando a Yanzón.
La primera denuncia en contra del gremialista llegó en abril del 2019. A partir de ahí se tomaron declaraciones testimoniales a familiares de las víctimas y profesionales que las trataron, pruebas que sirvieron para reforzar las acusaciones de las chicas abusadas. Una de ellas, la mayor de la hermanas, se decidió a ir a una fiscalía para contar lo que había padecido, luego de confesárselo a una psicóloga,
Este fue el punto de partida de la causa. Después se sumó el relato de la otra hermana, que derivó en pericias que confirmaron la veracidad de lo narrado.
Así se ordenó la detención de Yanzón, concretada a fines de mayo del año pasado . La fiscal María de las Mercedes Moya lo imputó por abuso sexual agravado por acceso carnal en relación a los hechos con la mayor de sus hijastras, y abuso simple-tocamientos- por los ataques a la menor. Estos delitos, agravados por la guarda y la convivencia preexistente, ya que ellas eran menores en el momento de los hechos. Los vejámenes comenzaron cuando tenían 10 y 8 años, respectivamente, y se repitieron en un número indeterminado de veces. Hoy las víctimas tienen 21 y 23 años.
El acusado estuvo en concubinato mucho tiempo con la madre de las damnificadas y los ataques se habrían repetido en varios domicilios del Gran Mendoza en donde vivía toda la familia. Incluso trascendió que uno de los abusos fue en la sede del Spunc, ubicada en calle Salta de Ciudad. Al parecer, el agresor aprovechaba los momentos en que quedaba solo con las jóvenes para someterlas.
Durante la investigación Yanzón intentó en algunas oportunidades salir del penal por su edad y por algunos problemas de salud, manifestando ser del grupo de riesgo frente al coronavirus. Sin embargo, todos los pedidos fueron rechazados por la Justicia.