La Justicia Penal condenó ayer a quienes terminaron con la vida de Rodrigo Belmar Sánchez el pasado 28 de enero, cerca de las 22.30, en la intersección de calles 16 de Noviembre y Pedro Pascual Segura, de la ciudad de Malargüe. Al joven lo mataron para robarle la billetera.
Tras la realización de un juicio abreviado en el que admitieron los hechos, Diego Vázquez Sepúlveda recibió la pena de 13 años y 6 meses de prisión y Cristian Reyes Soto fue condenado a 14 años por el robo seguido de muerte de la víctima, quien falleció tras recibir un disparo de arma de fuego, que fue secuestrada.
Belmar Sánchez, de 24 años y padre de dos hijos, murió la tarde del miércoles 29 de enero en la unidad de cuidados intensivos del hospital de Malargüe tras haber sido herido la noche del día anterior.
Según la información proporcionada por la Policía en su momento, el joven iba por la intersección de las calles 16 de Noviembre y Pedro Pascual Segura, en el límite de los barrios Gustavo Bastías y Los intendentes, cuando dos sujetos lo abordaron sorpresivamente y le dispararon tras sustraerle la billetera.
Los delincuentes huyeron por calle 16 de Noviembre hacia el Sur, mientras los vecinos que habían escuchado la detonación pedían la asistencia policial y médica.
Luego de ser trasladado al hospital de Malargüe, la víctima no pudo reconocer a sus agresores y fue operada para extraerle la bala. Su estado se agravó y pasó a terapia intensiva, donde finalmente falleció. Por ello, la fiscalía penal de Malargüe, a cargo de Andrea Lorente, caratuló la causa como homicidio criminis causa (matar para ocultar otro hecho, en este caso, el robo).
El personal de Investigaciones de Malargüe se abocó al esclarecimiento del hecho, siguiendo instrucciones de Lorente, y realizó un allanamiento en calle 16 Noviembre donde detuvo a dos hombres como posibles autores del hecho, que luego fueron identificados como Cristian Reyes Soto (18) y Diego Vázquez (19), quienes ayer fueron condenados al reconocer su culpabilidad.
Más tarde se realizó otro procedimiento en calle Jara, frente a la escuela José Ranco, cuando policías observaron a una mujer que sería familiar de los aprehendidos, quien portaba un bulto. Al requisarla, le secuestraron una pistola calibre 22 y una remera deportiva.
Al cumplirse un mes de la muerte de Rodrigo se realizó una marcha para pedir justicia, que finalmente llegó con la condena a los homicidas.
El dolor de una madre
Tras conocerse el fallo, Los Andes dialogó con la madre de Rodrigo Belmar Sánchez, quien vive en San Luis. “No hay años que le devuelvan la vida a mi hijo, así le hubieran dado 100 años de cárcel”, dijo Érica Sánchez.
Y entre lágrimas agregó: “El veredicto de 13 y 14 años al menos me da la tranquilidad de que no van a salir. Era eso o el riesgo de 4 o 5 años que les dieran, como ha pasado en otros casos. Tengo que aceptarlo si Dios lo decidió así. Igual nadie me devuelve a mi hijo. Estoy mal porque esperaba una condena mayor”.
“He seguido todo desde San Luis porque por la pandemia me ha sido imposible viajar. Le agradezco a la familia y los amigos por apoyarnos. Ahora vendrá la justicia divina”, concluyó.