La banda que lideraba el conocido narco local Nelson “Chirola” Pizarro Quinteros (53) que ingresó a Mendoza casi 50 kilos de cocaína fue condenada hoy en Tribunales Federales, donde hoy hubo una medida de paro y movilización de los empleados judiciales federales de Cuyo, que solicitaron un aumento salarial.
Las penas establecidas por Tribunal Oral N° 1, conformado por Alberto Daniel Carelli, Daniel Alejandro Doffo y Héctor Fabián Cortés fueron las siguientes: para Pizarro 8 años y 6 meses; para Claudio Marcelo Olivera Ruarte (39) 6 años; para Edgardo Daniel Sánchez, Aguilera (49), 6 años; y para Alejandro Daniel González Dielli (55) 3 años y 6 meses.
Por último, para los salteños Luis Wilmer Zalazar Acosta (46), y Ernesto guerrero Heimer (48), 8 años y 6 meses, para cada uno. De esta forma, salvo la plena impuesta a Gonzalez Dielli, el tribunal siguió las propuestas realizadas por la fiscal de cámara María Gloria André, durante los alegatos.
Además, el tribunal ordenó el decomiso de tres vehículos: un BMW, un Toyota y una VW Saveiro, que se usó para ingresar la droga a la provincia.
Esta es la segunda vez que Pizarro –considerado por la Policía como una de las cabezas del clan Pizarro- enfrente un juicio por narcotráfico: en 2014 fue condenado a 6 años de cárcel por 255 kilos de marihuana.
Durante el debate que comenzó de junio pasado, Pizarro declaró ante el tribunal, afirmando que había querido participar del negocio pero cuando su “probador” probador de droga le dijo que era de baja calidad, desistió ce comprarla. De esta forma, terminó culpando a los otros imputados.
Además, declaró que la organización delictiva que dirigiría el juez federal Walter Bento le habría pedido una coima de 200 mil dólares para recibir beneficios procesales. El acusado sostuvo que, tras ser detenido en 2019 y estando detenido en la cárcel federal de Cacheuta, fue visitado por el abogado Martín Ríos, quien le habría dicho que él podía tramitarle su libertad ante el juez Bento a cambio de 200 mil dólares. “Me dijo que el jefe, el juez Bento, iba a arreglar la situación”, sostuvo el presunto narco.
Por esta declaración la fiscal André había solicitado que se abriera compulsa para que se investigue este posible delito, citando como testigo al abogado Sergio Carreño, quien también se refirió al asunto durante el debate, ya que es defensor de Pizarro y presunta víctima. Al respecto, el tribunal solicitó que se remita la sentencia y las grabaciones de la audiencia del 11 de agosto de 2022 para que sea el Ministerio Púbilico Fiscal quien analice la situación.
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La droga ingresó en una camioneta Saveiro
Según el fiscal Fernando Alcaraz, quien lideró la investigación, los acusados el 7 de agosto del 2019 intervinieron en el transporte y la tenencia con fines de comercialización de un total de 47,704 kilogramos de cocaína compactada que se encontraba distribuida en 43 ladrillos y 6 medios ladrillos, envueltos en papel metalizado y goma, y que estaban ocultos en el interior de una especie de doble fondo de una camioneta Saveiro color negro.
La investigación realizada por la policía de Mendoza y las escuchas telefónicas determinar que la organización se reuniría el 5 de agosto del 2019 en Córdoba para concretar la operación y el traslado de estupefacientes hasta Mendoza. En efecto, ese día Pizarro, Olivera, Sánchez y González se reunieron con Zalazar, uno de los proveedores del estupefaciente, para concretar la transacción.
Dos días después, personal de la División Robos y Hurtos fijó un puesto de control en el Arco Desaguadero e interceptaron primero a un Toyota Avensis en el que viajaban Pizarro, Sánchez y González, quienes fueron detenidos y se logró el secuestro de los teléfonos que los tres usaban habitualmente.
Luego ingresó a Mendoza por el mismo lugar la camioneta Volkswagen Saveiro, conducida por Olivera a quien se le secuestró su teléfono y se procedió inspeccionar el vehículo, encontrándose la droga: 47,316 kilogramos de cocaína.
Tras las detenciones, se pudo determinar por policías que estaban n San Luis que el tercer vehículo que usaba la banda, un BMW 315, también negro, había cambiado la ruta e ingresaba a Mendoza, tras pasar por San Juan, por El Encon. Cerca de las 4, se detuvo en Lavalle al auto en el que viajaban Zalazar y Guerrero a quienes se secuestró los teléfonos y el dinero que tenían.