La Justicia condenó a un agente penitenciario que intentó ingresar cocaína y marihuana a la cárcel San Felipe en febrero del año pasado pero fue descubierto por sus propios compañeros.
Esta semana el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Mendoza 1, integrado por jueza de Cámara María Paula Marisi y los jueces Alejandro Waldo Piña y Alberto Daniel Carelli, dictó sentencia el miércoles pasado contra Carlos Federico Guevara Olea, un agente penitenciario de 51 años que vivía en Las Heras y que actualmente se encuentra detenido en el complejo penitenciario Federal VI de Cacheuta.
El ex uniformado fue sometido a juicio por un delito a la Ley 23.737 (estupefacientes) del que participaron la auxiliar fiscal general María Cristina Valpreda en representación del Ministerio Público Fiscal y María Paz García y Rodrigo Sánchez Buscema por la Defensa Oficial del imputado.
Los jueces le aplicaron una pena de 6 años de prisión efectiva y una multa de equivalente a 67,5 unidades fijas, es decir $641.250 por el delito de “infracción al artículo 5º, inciso “c” de la ley 23.737 en la modalidad de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización, agravado por haber sido cometido en su calidad de funcionario público y en un centro de detención”
Además, los jueces del TOCF 1 ordenaron una inhabilitación especial de 6 años para ejercer cargos públicos y la destrucción de la droga decomisada en el caso.
Descubierto por sus compañeros
En la tarde del 11 de febrero de 2022, Carlos Guevara fue detenido en San Felipe, complejo en el que en ese momento se desempeñaba. El uniformado fue descubierto cuando manipulaba una bolsa que contenía cocaína y marihuana que tenía como destino final las manos de los internos.
Según informaron en su momento desde el Ministerio de Seguridad, cerca de las 14.30 personal de la División Conserjería se encontraba realizando tareas de distribución de teléfonos celulares entre los internos de uno de los pabellones de San Felipe.
Los mismos compañeros del ahora condenado vieron que estaba manipulando una bolsa con teléfonos pero que lo hacía de una forma poco habitual, lo que llamó la atención de sus superiores.
Entonces se requisó la bolsa sospechosa y se encontraron adentro 218 gramos de marihuana y 36 gramos de cocaína. De inmediato se dio intervención a personal de la División de Narcocriminalidad, que analizó las sustancias y determinó que eran estupefacientes.
