Uno de los integrantes de una banda de mendocinos y rionegrinos que secuestró al hijo de un empresario de Guaymallén y cobró un rescate fue condenado durante un juicio abreviado realizado en los Tribunales Federales.
Se trata de Mauro Roberto Ángel Medina, a quien el juez de Cámara Roberto Julio Naciff le impuso una pena de 6 años de cárcel, la semana pasada, al homologar una pauta entre los defensores del imputado y el Ministerio Público Fiscal por el delito de “secuestro extorsivo agravado en calidad de partícipe secundario”.
La participación de Medina en el secuestro fue la de proveer de radios Nextel a los integrantes de la organización que ya fue condenada y, específicamente durante el secuestro, se encargó de operar uno de los aparatos que fue utilizado “durante la captación, retención y cobro de rescate de la víctima”.
Todos condenados
En julio de 2018 una banda armada ingresó a la casa del hijo de un empresario de Guaymallén. Lo secuestraron, después llamaron al padre y le exigieron 4 millones de pesos, de los cuales el hombre terminó entregando 200.000 pesos para conseguir la liberación del joven.
En julio de 2022, cinco personas –de Mendoza y de Río Negro- recibieron penas de hasta 15 años y medio de cárcel. Uno de los integrantes de la banda –Medina-permaneció prófugo hasta el 6 de octubre de ese año, cuando fue detenido.
En agosto de 2022, en el debate oral en el que intervino la fiscal general María Gloria André, el Tribunal Oral en lo Criminal Federal 1 de Mendoza condenó a Nicolás Agustín Leal Rubilar, Héctor Alexis Díaz Mieres y a Germán Ezequiel Ibargoyen a las penas de 15 años de prisión, a Oscar Alberto Traico Yancovich y Jorge Sixto Coria se les impuso una condena de 14 años de prisión, mientras que Jonathan Exequiel Tempesti recibió 5 años de cárcel.
Según la instrucción realizada por el fiscal Fernando Alcaraz, el secuestro se produjo el 12 de julio de 2018, a las 9, cuando la banda llegó hasta una casa de la manzana “B” del barrio Village, en la calle Las Cañas de Dorrego. Uno de ellos golpeó la puerta y preguntó por el dueño de casa y tras empujarla la ató. Uno de los delincuentes fue hasta la habitación encontró a la víctima acostada y lo hizo bajar a planta baja.
En ese momento uno le preguntó dónde estaba la caja fuerte. El joven los llevó hasta ella, la abrió y les dio los 3.000 pesos que tenía. Como el dinero era poco, le dijeron “te vamos a secuestrar y le vamos a pedir un rescate a tu viejo”.
Luego de requisar la casa seleccionaron objetos de electrónica como teléfonos cámaras de fotos y computadoras, además de reales, pesos colombianos y chilenos y dominicanos, un florín de Aruba y algunos dólares, una mochila, un celular y dos mil pesos.
Luego con el teléfono de la víctima comenzaron a llamar al padre y le pidieron un rescate por la liberación de su hijo de 4.000.000 pesos. Luego subieron al joven a un Volkswagen Gol de color gris con cristales polarizados y anduvieron por distintas calles de Dorrego durante más de media hora.
Entonces le pidieron a la víctima que los guiara hasta la oficina del su padre, en el centro, y volvieron a dar vueltas llegando a Tirasso y Acceso Este para volver luego a la zona de la terminal de ómnibus, donde vieron a un vehículo Suzuki Gran Vitara III donde estaba el padre de la víctima.
Allí lo contactaron y fueron luego hasta la calle Dorrego y Pedro Vargas donde se detuvieron y le entregaron al chico a cambio de $ 200.000
Según la investigación se dividieron las tareas: un grupo se encargó del secuestro, de los llamados extorsivos y de cobro del rescate; otro se encargó de seguir al padre; y otro de se ocupó de procurar los medios para obtener la cobertura del hecho y la impunidad de los intervinientes.
Finalmente, tras varios meses de investigación, los tres rionegrinos fueron detenidos cuando salían de un departamento ubicado en Leónidas Aguirre al 200 de Ciudad. Después, fue el turno de los sospechosos locales.