A un mes de la resonante denuncia que puso en la mira de la Justicia a un celador de una escuela de Ciudad por un presunto abuso a una alumna, la investigación dio un paso importante y logró la prisión preventiva para el acusado. Mientras, esperan por la declaración de la víctima para avanzar en otros puntos importantes de la causa.
El sospechoso, de 40 años y de quien desde que se inició el caso no se informó su identidad, hace días enfrentó la primera audiencia pactada en el expediente y en donde el juez interviniente avaló su detención efectiva.
El magistrado consideró que a esta altura de la pesquisa las pruebas de la fiscalía son suficientes como para que este hombre siga en el penal. La imputación en su contra es abuso sexual agravado por acceso carnal en un número indeterminado de veces, delito con penas de 6 a 15 años de cárcel.
La fiscal María de las Mercedes Moya, de Delitos contra la Integridad Sexual, lleva adelante las actuaciones desde el 4 de octubre pasado, cuando se radicó la denuncia. Un día después fue arrestado el sindicado, quien trabajaba en la escuela Beatriz Falcitelli, ubicada en calle Ameghino y Mitre.
Precisamente en esta institución educativa de la Cuarta Sección habrían ocurrido los hechos. Según la versión de la menor los vejámenes empezaron en 2019, cuando tenía 10 años-hoy tiene 12-, coincidente con episodios de desmayos y desvanecimientos que sufría con cierta regularidad.
En 2020, sin asistencia a clases por la pandemia la niña estuvo más tranquila, pero al regresar a la presencialidad volvieron las descompensaciones.
Su familia detectó que algo no andaba bien en el colegio y la cambiaron, y fue ante sus nuevos compañeros que se terminó quebrando y contó lo que había sufrido. Allí volvió a sentirse mal e intervino su actual maestra, que llamó a los padres para avisarles sobre la confesión que había realizado su hija.
Sus progenitores se pusieron al tanto de lo sucedido y denunciaron al celador en cuestión. A este último, además del relato de la nena, lo complicaron los peritajes físicos que le realizaron a ella y que dieron cuenta de lesiones en sus zonas íntimas.
Prueba clave
En la continuidad del caso se aguarda por la cámara Gesell de la víctima, para que pueda ampliar su declaración. Esta medida es muy importante para los sabuesos para sostener la acusación y para ver qué detalles nuevos puede agregar la alumna en cuanto a lo que habría ocurrido
.Con su relato no sólo se puede llegar a modificar la imputación del detenido, sino que hasta podría quedar implicada una celadora que realizaba tareas con el sospechoso en el lugar.
Es que cuando la estudiante recordada las violaciones, en medio de un fuerte estado de shock mencionó a su aparente agresor, dijo que los ataques sucedían en el baño del establecimiento y dio a entender que este sujeto contaba con la complicidad de una compañera de él.
Esta mujer rápidamente fue identificada y realizó ante las autoridades judiciales una declaración informativa-instancia intermedia entre ser imputado y testigo-, aunque sin aportar nada valioso para la investigación. Su situación procesal por el momento es la misma que hace un mes, es decir, está en libertad y sin acusación formal.
Es por todo esto que la cámara Gesell que está pendiente puede ser fundamental, y si bien podría realizarse la semana que viene, trascendió que el padre de la nena ha manifestado que ella actualmente no se encuentra de la mejor manera para afrontar este paso.