El problema de la drogadicción, el narcotráfico y su alcance, revelado tras las 20 muertes y más de 84 internados en el conurbano bonaerense por el consumo de cocaína adulterada, transparentó una cruda realidad que se repite en cada rincón del país.
Dentro de lo terrible de la información, una historia captó la atención por el componente dramático presente en ella. Se trata de Walter, un joven que vive en Puerta 8 -el lugar del que salió la cocaína- y quien relató a Telefe lo que le ocurrió tras consumir el producto este miércoles: “Tuve un Dios aparte, me desplomé en mi casa, pero no sé cómo me paré. Sentí que me moría y esto es la primera vez que me pasa”.
Además, Walter narró que un amigo suyo “casi se muere por la porquería esa y lo salvamos de pedo”. Reveló también que tuvo que “bajarle los dientes” con una cuchara “para poder abrirle la boca y sacarle la lengua. Ahora está escupiendo sangre”.
Sin embargo, la dificultad que la abstinencia le produjo al joven lo llevó a caer nuevamente en el consumo del estupefaciente envenenado y la inevitable consecuencia: durante la noche de este mismo miércoles el hombre ingresó de urgencia a un hospital de Berazategui tras otro cuadro de presunto envenenamiento.
El paciente llegó al nosocomio totalmente desvanecido, y en los brazos de un hombre que lo subió a una camilla. Su esposa aparece metros detrás en la imagen, con el bebé de ambos en brazos y al ingreso al hospital, Walter no podía respirar por lo que fue intubado.
El saldo provisorio de la droga envenenada
Hasta el momento se contabilizan 20 personas muertas y 84 internadas tras el consumo de cocaína adulterada con una sustancia que todavía no ha sido precisada.
Las víctimas proceden de distintos lugares del conurbano bonaerense y quienes alcanzaron a dar testimonio aseguran que la adquirieron en la villa ‘Puerta 8′, la que se emplaza en la localidad de Churruca, partido bonaerense de Tres de Febrero.