El adolescente de 14 años, quien admitió su responsabilidad en el asesinato de Joaquín Sperani, su compañero de colegio en Córdoba, fue liberado en las últimas horas a pedido de su abogado, quien solicitó a la justicia que pueda regresar bajo el cuidado de sus padres.
Este acto generó dolor en la familia de la víctima. La madre de Joaquín, Mariela Flores, expresó su descontento con la medida, afirmando que “la Justicia está tomando decisiones que no son correctas” y que “nunca existieron los derechos para Joaquín”.
El adolescente, quien había sido imputado en el caso, estaba bajo custodia en el Centro de Admisión y Diagnóstico (CAD), que forma parte del Complejo Esperanza en la ciudad de Córdoba. El abogado Raúl Palacios, había pedido el “cese de la privación de su libertad y que sea restituido a sus progenitores”.
La solicitud de liberación se basó en un fallo del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) emitido el 25 de septiembre pasado, que insta a los jueces penales juveniles a considerar “alternativas distintas a la internación” en casos de menores que cometen delitos y que, debido a su edad, no son punibles.
EL CRIMEN DE JOAQUÍN SPERANI
El trágico suceso comenzó a desarrollarse el 29 de junio, cuando Joaquín, de 14 años, desapareció después de llegar a la escuela Ipem 278 “Malvinas Argentinas” en Laboulaye. Las cámaras de seguridad en la zona registraron el momento en que Joaquín caminaba por la vereda de la escuela junto a su amigo y compañero de colegio, quien más tarde confesó el asesinato.
El cuerpo de Joaquín fue hallado el 2 de julio en una vivienda abandonada ubicada a pocos metros de la escuela, después de lo cual se procedió al arresto del joven implicado. La autopsia preliminar reveló que Joaquín había sufrido múltiples golpes en la cabeza, lo que resultó en politraumatismo craneal y daño encefálico que causaron su muerte.