Si bien al momento de esta publicación todavía no hay detenidos por el asesinato de Rocío Fabiana Flores (21) -la joven embarazada de Las Heras- algunos se preguntan si el tirador cometió uno o dos homicidios, en tanto que algunos especialistas recuerdan, por sus similitudes y diferencias, el caso de la hoy díscola diputada de la Libertad Avanza Carolina Píparo, a quien, en 2010, le dispararon cuando estaba embarazada.
Según la información policial, ayer a las 22.45, dos individuos armados ingresaron en la modesta vivienda que Rocío compartía con su pareja, Jesús Javier Zamora (27), un joven con algunos antecedentes policiales que fue detenido por abuso de armas.
Los vecinos escucharon algunos disparos y llamaron al 911. Cuando llegó la Policía, los vecinos explicaron que la mujer había sido trasladada en un auto hasta la guardia del hospital Gailhac. Hacia allí fueron los uniformados y entrevistaron a la pareja, quien explicó que se encontraban en el patio del domicilio cuando ingresaron dos individuos con quienes tendría problemas de vieja data y comenzaron a disparar, hiriendo a la joven.
Oficialmente se informó que el médico que atendió a la herida diagnosticó “herida de arma de fuego en cráneo zona frontal con pérdida de masa encefálica”.
Debido al estado grave de la joven y al estar cursando un embarazo de 25 semanas –algunas versiones hablan de 36 semanas-, los médicos decidieron darle prioridad al bebé gestante, por lo que procedieron a trasladarla en ambulancia hacia el Hospital Lagomaggiore para realizar una cesárea de emergencia.
Pese al esfuerzo de los profesionales, hoy a las 0.10 informaron del Hospital Lagomaggiore que tanto la mujer como el bebé habían fallecido.
Un reconocido juez penal explicó a Los Andes que se trata de un homicidio, no de dos porque “la víctima tiene que ser una persona que haya nacido, pero cuando está en la panza de la madre, se trata, desde la ley, de un aborto”.
Un conocido abogado y docente concuerda con el magistrado: “Es un solo homicidio, una figura penal que es para personas nacidas, separadas del seno materno, sino es aborto. Es un error común pensar en dos homicidios, sino hay que recordar la causa Píparo”.
El caso Píparo
El julio de 2010, la hoy diputada se encontraba en una sucursal del Banco Santander Río de La Plata y recibió un disparo en el rostro por lo que fue internada y se le hizo una cesárea de emergencia. El bebé murió a los pocos días por el disparo que recibió su madre.
En mayo de 2013, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 de Buenos Aires condenó a cinco ladrones por el homicidio y la tentativa de homicidio, delitos que se cometieron para “preparar, facilitar, consumar u ocultar otro delito o para asegurar su resultado o procurar la impunidad”, en este caso el robo del dinero que Carolina había retirado de un banco.
La figura penal considerada por el tribunal fue “asociación ilícita, robo doblemente calificado en concurso real con homicidio triplemente calificado por haber sido perpetrado con alevosía, con el concurso premeditado de dos o más personas y criminis causa en grado de tentativa”.
Pero en 2015, el Tribunal de Casación Penal bonaerense redujo las penas de prisión perpetua, cambió la caratula de “homicidio criminis causa” respecto del bebé que gestaba.
Dos jueces dijeron que se trató de un “homicidio en ocasión de robo”; en tanto que el tercero consideró que fue un aborto, tal cual argumentaron en el juicio las defensas de los acusados.
El caso de la embarazada en Las Heras
En relación a la muerte de Rocío Flores, una fuente policial consideró que los delincuentes fueron a matar a su pareja, Jesús Zamora, pero la joven se habría puesto en la línea de fuego para defenderlo y recibió una disparo en el cráneo.
De confirmarse esta hipótesis, la Fiscalía de Homicidios podría considerar que no se trató de un femicidio ya que no hay elementos de género para considerar, sino de un homicidio agravado por alevosía.
Incluso, algunos no descartan estar frente a un homicidio transversal, es decir, matar con el propósito de “causar sufrimiento a una persona con la que se mantiene o ha mantenido una relación”, siempre que se descarte que no haya sido una muerte accidental dentro del entorno de la joven.