En los últimos meses el Gobierno de Mendoza ha ofrecido una serie de recompensas en metálico en casos mediáticos –homicidios y desapariciones de personas- cuyas resoluciones están estancadas, bien resueltas parcialmente o bien se resolvieron tras conocerse el ofrecimiento y sin que este diera resultado.
Sin ir más lejos, el viernes el Ministerio de Seguridad informó sobre el pago de $1.350.000 para quien ofrezca información sobre Maximiliano Andrés Martínez Llaneza, único sospechoso libre del asesinato del empresario Emilio Giménez, quien fue baleado para sacarle 15 millones que llevaba en su camioneta. Llamativamente, los 5 detenidos que tiene la causa fueron atrapados, sin que se pagara gratificación alguna.
Dos casos de personas desaparecidas recientemente, han ameritado ofrecimientos de dinero: el empleado Darío Sebastián Codina Bandes, desaparecido en Guaymallén, y el abogado Nataniel Ricardo Guzmán, desaparecido en Las Heras; por cada uno de ellos se publicitan $ 1.350.000.
El ofrecimiento de $1.000.000 por el homicidio del comerciante Martín Salzmann parece haber respondido a una suerte de cortina de humo para despistar a los detenidos: desde el principio –a través de las cámaras de seguridad del lubricentro- se conocía las caras de los imputados; incluso habían quedado registrado ciertos movimientos “sospechosos” de un empleado. Sin embargo, se ofreció recompensa tras dos detenciones y luego se mostró la cara de otros dos sospechosos para luego detenerlos –empleado “datero” inclusive- sin que se pagara un peso.
Pero, claro, también hay casos en que, pese al ofrecimiento de una jugosa suma, nada se ha logrado: actualmente se ofrece $ 2.550.000 por Abigail Carniel, la joven que fue vista por última vez el 15 de abril de 2021 en el barrio Sargento Cabral de Las Heras. Si bien hay tres sospechosos imputados pero sin prisión preventiva, la investigación que tendría como trasfondo la droga, se encontraría estancada.
Con este breve panorama, hay que preguntarse: ¿Sirven las recompensas? ¿En qué caso se piden? ¿Cuál es el monto en pesos que se establece? ¿Cuántas se han pagado en los últimos años?
En principio las recompensas ofrecidas responden a tipos de casos: 1) búsqueda de homicidas en casos resonantes (en los que se conoce la identidad de sospechosos, pero también en casos donde se desconoce); y 2) búsqueda de personas desaparecidas que, se presume, podrían haberse suicidado o bien haber sido asesinadas).
Además se encuentra abierta una por un gravísimo caso de una “entradera” que terminó con una mujer violada y u hombre baleado. Por no hablar de casos históricos como la desaparición de Pablo Cristian Guardati, visto por ultima vez hace 31 años en el barrio La Estanzuela de Godoy Cruz.
Las recompensas son solicitadas por los fiscales al Ministerio de Seguridad que después de un rápido trámite las publicita. El monto máximo es de 25 mil unidades fiscales que traducidas a dinero, el año pasado tenían un valor de $750.000 pesos y este año $1.350.000.
Desde la Fiscalía de Homicidios explicaron que, en casos de asesinatos o de personas que han sido denunciadas como desaparecidas (paraderos) el personal de Investigaciones de la Policía de Mendoza junto al de las fiscalías comienza a hacer la pesquisa y, por lo general, se logra direccionarla hasta lograr la identidad de los autores que, luego son detenidos. Según las estadísticas, un 90% de los asesinatos registrados en Mendoza han sido resueltos.
Luego el fiscal puede echar mano a las recompensas en caso en que la investigación esté estancada y a veces a pedido de los familiares de las víctimas. Algunos opinan que la presión de los familiares y la explosión mediática de los casos, operan a favor de que se ofrezca dinero.
¿Sirven las recompensas?
Un abogado penalista con amplia experiencia sostiene que las recompensas “no tiene mucho sentido” y que “se piden cuando la familia presiona o los casos se mediatizan”.
Luego advierte que, claro, es una herramienta con lógicas limitaciones: “está claro que los que pueden conocer a un asesino o asesina son de su círculo íntimo, es decir que es muy poco probable que lo denuncien. Y, por otra parte, cualquier persona que ve a un delincuente en acción lo denuncia espontáneamente o no, pero rápidamente; no espera una recompensa”.
“Yo nunca he recibido presiones de la familia. Uno va hablando con los familiares sobre las situaciones que se van dando y la gente, pese al momento que están viviendo, entiende si la situación es propicia para hacer el pedido o no”, explica un fiscal consultado.
“La recompensa es una herramienta más. Yo he recurrido en los últimos 6 años a unos 8 pedidos y en ningún caso se han pagado, sino que se han resuelto por las investigaciones”, explica.
En promedio, cada vez que se establece una recompensa, se producen no más de 10 llamados o presentaciones de personas que creen tener un dato. A veces llaman a la familia, a través de las redes sociales. En general no hacen mención a la recompensa, pero las comunicaciones se realizan con posterioridad al ofrecimiento de dinero.
“Todos los llamados se investigan. El otro día llamó una mujer de Buenos Aires diciendo que había visto en subte a una persona perdida acá. Pedimos las cámaras de seguridad y nada. Hace poco llamó una mujer diciendo que había una persona colgada en un aguaribay, y dio especificaciones para llegar. Fuimos y nada”, ejemplifican desde Homicidios.
Lo cierto es que todas las fuentes consultadas no recuerdan que se haya pagado ninguna recompensa en por lo menos los últimos 10 años. Pero, claro, hay causas sin resolver y dejar de lado esta herramienta sería un error, tal vez porque como dice el refrán, “por la plata baila el mono”.
Recompensas vigentes
- Por Maximiliano Andrés Martínez Llaneza, sospechoso de homicidio del empresario Emilio Giménez, se ofrece $ 1.350.000.
- Por el empleado Darío Sebastián Codina Bandes, desaparecido Guaymallén se ofrece $ 1.350.000.
- Por el abogado Nataniel Ricardo Guzmán, visto por última vez en Ciudad, se ofrece $ 1.350.000.
- Por los asesinos de Omar Díaz Pitón, productor agrícola de San Martín golpeado y torturado en su casa de Chapanay, $ 1.350.000.
- Por Abigail Carniel, la joven de 18 desaparecida en Las Heras el 6/4/2021 se ofrece $2.550.000, en dos pagos, uno de la Nación y otro de Mendoza.
- Por Viviana Luna, vista por última vez en diciembre de 2016, en Potrerillos, ofrecen $700.000.
- Por una violenta “entradera” ocurrida en Ciudad en 2017 que tuvo como resultado tres delitos graves: robo, abuso sexual e intento de asesinato, ofrecen $700.000.
- Por la desaparición de Pablo Cristian Guardati (21) - delito imprescriptible- el Ministerio de Seguridad de la Nación ofrece una recompensa de $1.500.000 a quien aporte datos sobre este joven que fue visto por última vez en el barrio la Estanzuela de Godoy Cruz, en mayo de 1992.