En el pueblo de Maipú, en Chascomús, Buenos Aires, reina el misterio tras la desaparición de un sacerdote venezolano que hace de párroco en la iglesia local y de quien no se tiene información desde el pasado 7 de junio.
Se trata de Ludovis Enrique Navarro León, quien estaba a cargo de la iglesia Nuestra Señora del Rosario. Navarro había llegado a la ciudad de 12 mil habitantes en agosto de 2012 por designación del Obispo de Chascomús y brindaba servicios a la comunidad desde entonces.
Sin embargo, desde la semana pasada los feligreses perdieron contacto con él y no saben dónde está, aunque hay dos hipótesis flotando en el aire: en primer lugar, las autoridades no descartan que haya emprendido su rumbo hacia su país natal en silencio.
La segunda explicación es la que recoge los rumores de una posible destitución, que encierra irregularidades en su vida privada. Los vecinos aseguran que el religioso no responde a los mensajes en su celular, ni tampoco a los llamados.
“Adaptarse a las costumbres del pueblo fue un cambio. Se mostraba ameno, comprensivo. Quería sumar a quienes no tenían costumbre de venir a misa”, comentó una periodista local. Además, sumó que “tuvo algún cruce con alguien de la comunidad” y que tenía un sobrino en la institución católica.
Dicha periodista aclaró que “se agrega mucho” al caso sin justificaciones o argumentos sólidos. Los vecinos de Maipú aseguran que “estaba con malestar y no lo habían visto bien. Pero no tenía nadie que sea su confidente”.
“Si en algún momento se hizo algo que no le gustó, que se hable. La gente que lo acompañó, que ayudó para que no se sienta solo, está preocupada. Que llame y diga que está bien. O que se comunique con el obispado y comente cuál fue su malestar”, afirmó dicha comunicadora.