Hoy Marta Nieves Santos, madre de Oscar Garavaglia, tiene 83 años, la mitad de los cuales esperó sin éxito el regreso de su hijo, desaparecido en circunstancias hasta ahora nunca esclarecidas.
A casi 43 años de no saber qué pasó, otra noticia se suma e invade la intimidad de la familia sanrafaelina. La misma está contenida en las páginas del libro “La estafa de los desaparecidos. Mentiras y millones”, del periodista José D’Ángelo, donde se mencionan una decena de casos, entre ellos, el del joven de 17 años cuya desaparición fue denunciada los primeros días de enero de 1979, después de compartir junto a un grupo de amigos “una escapada” hasta la zona turística de El Nihuil, en San Rafael.
Denunciada su desaparición, el hecho judicialmente fue caratulado “Fiscal p/averiguación desaparición de Oscar Ramón Jesús Garavaglia”. El expediente lleva el número 94.643 y tuvo la intervención de varios magistrados pero ningún resultado, aunque sumó un hecho inédito dentro de la Justicia nacional y fue que la causa mantuvo el secreto de sumario por 18 años y tres meses.
Oscar Raúl Garavaglia (hoy fallecido) y Marta Nieves Santos, su mujer, iniciaron una demanda por daños y perjuicios contra el Estado provincial y en 2009 la Suprema Corte, a modo de un “pedido de perdón por la falta de profesionalismo de sus colegas”, les otorgó la suma de 120.000 pesos, que la familia se negó a recibir.
“La verdad es que la plata no nos importa nada”, dijo en ese momento la madre en declaraciones a Los Andes. A esto se suma la revelación de que “alguien” incluyó el nombre del menor en el año 2006 en la Secretaría de Derechos Humanos como víctima de “desaparición forzada”, dentro de la Ley 24.321, que se aplica “cuando se hubiere privado a alguien de su libertad personal y el hecho fuese seguido por la desaparición de la víctima o si esta hubiera sido alojada en lugares clandestinos de detención o privada, bajo cualquier otra forma, del derecho a la jurisdicción”.
Según el relato del periodista José D’Ángelo, el expediente de Oscar Garavaglia estuvo demorado nueve años hasta que, súbitamente, se aceleró su trámite y fue resuelto favorablemente durante la gestión de Eduardo Luis Duhalde en la Secretaría de Derechos Humanos y de Julio Alak en el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación.
Una indemnización que no se crobó
El 25 de septiembre de 2009 se resolvió el pago de la indemnización que, actualizado a la fecha, sumaría algo más de 37 millones de pesos, casi el doble del promedio de pagos ordenados por el Ministerio de Economía de la Nación.
Sin embargo, en el libro nada se dice sobre de la identidad que inició el trámite y tampoco el nombre de quien cobró la indemnización pagada.
Y otro dato por demás significativo es que en el año 2016 el nombre de Oscar Garavaglia fue eliminado de los registros de desaparecidos por el mismo organismo. En otras palabras, ya no es más una víctima de la represión ilegal del Estado.
Hoy, los Garavaglia primero se mostraron sorprendidos por el anuncio, pero de inmediato negaron ser los autores de este reclamo y de haber cobrado el monto indemnizatorio.
En su momento Silvia, la hermana de Oscar, negó ante este diario que el hecho haya estado vinculado a una actuación de los militares, que por esos años gobernaban el país. Y si bien ahora evitaron el diálogo con los medios, aseguraron que aún mantienen el pedido de hace casi 43 años: saber qué paso con Oscar y que se haga justicia, “ni más ni menos”.