Nidia Angulo, una mujer policía, fue hallada asesinada de un disparo en la cabeza esta mañana en una subcomisaría en El Sauce, Guaymallén, y ahora la principal sospechosa del crimen es otra oficial de las fuerzas.
Lo que originalmente se pensó como un suicidio cambió horas después por homicidio al descubrirse que había sido asesinada. A partir de eso comenzó la investigación para dar con el autor del crimen. Por esa razón quedaron demorados en primera instancia tres personas del círculo íntimo: el novio de la víctima y su ex pareja, ambos oficiales de la Policía de Mendoza, y también el padre de los hijos de la mujer asesinada, de quien estaba separado, según informaron fuentes policiales y judiciales.
Sin embargo, en horas de la tarde, el fiscal de Homicidios de Mendoza, Gustavo Pirrello, ordenó liberar a los dos hombres y sólo quedó bajo custodia policial Claudia Pérez, una oficial que es la ex novia de la actual pareja de Nidia Angulo.
Según trascendió, Pérez habría amenazada por mensaje a Angulo y habría manifestado malestar por la nueva relación de su ex con la oficial asesinada. Ese hecho es lo que se investiga por estas horas y convierte a Claudia Pérez como la principal sospechosa del asesinato de la mujer policía.
Cambio de carátula en la causa
La víctima es Nidia Angulo (30), cuyo cadáver fue encontrado por sus compañeros de la seccional cerca de las siete de esta mañana en la subcomisaría de El Sauce.
Ante esa situación, dos compañeros que regresaron de un procedimiento, la encontraron recostada y pensaron que estaba descansando, pero luego se dieron cuenta que tenía una herida en la cabeza, por lo que la trasladaron hasta el hospital de la zona.
Allí, los médicos que la revisaron constataron la muerte, dijeron los pesquisas.
Los investigadores indicaron que Angulo se hallaba en una de las oficinas de la seccional, que funciona como lugar de descanso y que tiene cuchetas, recostada sobre una de ellas con un disparo en la cabeza.Una vez informadas las autoridades y que se le diera intervención a la Justicia, el fiscal de Homicidios de Mendoza, Gustavo Pirrello, llegó hasta la seccional y preservó el lugar, ya que si bien en un principio se pensó en un posible suicidio, en la habitación no fue hallada su arma reglamentaria ni su teléfono celular.
Ante esa situación, el fiscal pidió la aprehensión del actual novio de Angulo y de la expareja de este, ambos policías.
“Entró la novedad como un posible suicidio en la comisaría de un efectivo del Sauce, la encontraron las compañeras de guardia, pero cuando se empezó a trabajar en la escena, había cosas que no coincidían con la mecánica de un suicidio. Por esta razón se preservó el lugar para que trabaje Policía Científica”, dijo cerca del mediodía Pirrello en la puerta de la subcomisaria.
“Una vez en el interior -continuó el fiscal- lo que no cerraba es que no se había encontrado el arma con la cual se habría suicidado, la cual aún no fue hallada. Éste primer indicio llamó la atención e hizo pensar en una hipótesis distinta”.
Sobre la escena del hecho, el fiscal contó: “Los efectivos que la encontraron advirtieron el disparo y la trasladaron a un hospital, pero llegó sin vida, no sé si iba sin vida en el camino”.
Asimismo, Pirrello confirmó que por el hecho “hay tres personas aprehendidas, quienes tenían vínculo cercano con la víctima”.
“Una es la actual pareja de la víctima, la segunda es la exnovia de la actual pareja (estos primeros dos son policías) y el tercero es el padre los hijos de la víctima”, agregó el fiscal, quien también confirmó que “el teléfono celular de ella tampoco estaba en el lugar y aún no pudo ser hallado”.
En cuanto a los motivos del crimen, advirtió “la presencia de conflictos de los tres aprehendidos con la víctima y aún no se determinó el grado de responsabilidad de cada uno de ellos sobre la muerte de la oficial”.
“En base a las pruebas y las medidas probatorias que estamos analizando, serán esos los resultados que nos inclinen por alguna de las tres personas o no”, concluyó Pirello en horas del mediodía.
Por su parte, los investigadores continuaban esta tarde recolectando pruebas en el lugar y alrededores de la zona con el objetivo de determinar la mecánica del hecho.
Los pesquisas creen que la persona que pudo haber ingresado a la seccional lo hizo sabiendo que en ese lugar no existen cámaras de seguridad.
Sin embargo, el fiscal ordenó un relevamiento en toda la zona para intentar establecer si existen cámaras que pudieran haber captado la llegada o la fuga de quien pudo atacar a la víctima.