El Servicio Penitenciario Federal detuvo al preso que cumplía una pena de 6 años de cárcel por narcotráfico que ayer se escapó del hospital Central. Se trata de Cristian Darío Pizarro Rivero, un hombre de 46 años que estaba bajo la custodia del Servicio penitenciario Federal y que estaba internado en el nosocomio capitalino a la espera de una intervención quirúrgica. El hombre fue condenado por querer ingresar a Mendoza 2.284 kilos de marihuana.
La investigación está a cargo del juez federal Marcelo Garnica, titular del Juzgado Federal 3 y se centra en dos posibles delitos: evasión (del detenido) y un posible favorecimiento de evasión (por parte los penitenciarios).
Ayer el magistrado realizó una inspección ocular en el tercer piso de hospital capitalino y consultó el eficiente sistema de cámaras del nosocomio a través del cual se pudo reconstruir la fuga que arrancó a las 3.30 en la habitación 303.
En las imágenes se puede ver que la fuga no habría estado muy planificada: tras surcar pasillos y escaleras el hombre intenta salir por la puerta principal pero como estaba cerrada, pregunta y le indican que puede hacerlo por la calle Montecaseros.
Así, Pizarro encuentra la libertad sin forzar ninguna puerta o agredir a nadie, las dos condiciones que exige el delito de evasión.
Cerca de las 6.30 una enfermera ingresa a la sala 303 a cambiarle el suero a un paciente y ve que la cama del narco está vacía, se dirige a un pequeño cubículo donde encuentra a los dos guardias federales durmiendo (o bien simulando dormir) y los comunica la novedad.
Se sabe que Pizarro -vistiendo una campera azul, un pantalón deportivo negro con líneas a los costados y unas zapatillas marrones- no salió por el ingreso a la sala 303, sino por un pasillo que comunica con la sala contigua, evitando así pasar frente a los adormilados guardias.
La investigación de la evasión, busca saber por qué el preso estaba en una sala común y no en una judicial, por qué no estaba esposado y por qué los guardias custodiaban al paciente dentro de la misma salada. Como fuere, parecería que no habrían cumplido con el protocolo establecido para este tipo de caso. Por ahora y a la espera de tener un panorama más claro, no han sido imputados.
Por otra parte, si bien el preso estaba alojado en la cárcel federal, tendría que haber estado en una provincial. Es que si bien fue condenado por narcotráfico, un tribunal provincial unificó esa pena con otra y por lo tanto, el hombre quedó bajo su órbita.
El camionero que llevaba 2.284 kilos de marihuana
En agosto pasado el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 2 de Mendoza condenó a penas de entre 4 y 19 años de prisión a los integrantes de una banda dedicada al narcotráfico que era liderada por una persona detenida.
Tal como lo solicitó la fiscal María Gloria André, los cuatro hombres fueron hallados culpables de haber intentado ingresar a la provincia un cargamento proveniente de Formosa de 2.284 kilos de marihuana oculto en un camión de traslado de arroz a granel.
Policía en hospital Central
El tribunal condenó a Raúl Daniel Bressi Escalante - privado de la libertad desde 2019 en La Pampa por una condena previa por narcotráfico- a 19 años de prisión al hallarlo autor del delito de organización de transporte de estupefacientes, agravado por la intervención de tres o más personas.
Los demás involucrados fueron condenados como coautores del delito de “transporte de estupefacientes. Para Leonardo Ricardo Varo Pereyra, la pena fue de 10 años de prisión mientras que se le fijaron 6 para Cristian Darío Pizarro Rivero y cuatro para Matías Bressi, hijo del principal imputado. En línea con lo planteado por el Ministerio Público Fiscal, se dispuso la absolución por el beneficio de la duda de Julián Emanuel Nadal Zapata.
La investigación comenzó con un pedio de compulsa ordenada por el Juzgado Federal N° 2 de la provincia de San Juan, con el fin de investigar a algunos mendocinos vinculados al narcotráfico.
Por eso, el Centro de Reunión de Información de Gendarmería Nacional averiguó que Julián Emanuel Nadal mantenía conversaciones telefónicas con Raúl Daniel Bressi Escalante, -un mendocino detenido en el Complejo Penitenciario Federal IV de La Pampa cumpliendo una condena de 14 de años de prisión por el delito de organizador de actividades de narcotráfico, agravado por la intervención de 3 o más personas, dictada por el Tribunal Oral Federal Nº 1 de Mendoza- en las que Bressi le propuso a Nadal recibir una carga de estupefacientes que provendría desde el norte del país.
Además, Bressi le dijo que se comunicara con su hijo Matías, quien se iba a encargar de coordinar en nuestra provincia las maniobras organizadas por su padre y con un tal “Riky”, luego identificado como Leonardo Ricardo Varo Pereyra, quien se encargaría de la logística de un posible transporte de estupefacientes.
También se intervinieron otras líneas telefónicas utilizadas por Cristian Darío Pizarro, que actuaría como chofer del camión y “Riky”.
Los primeros días de febrero de 2020, María Alejandra Obregón, fiscal titular de la Fiscalía Federal N° 1, solicitó nuevas intervenciones telefónicas, en las que se pudo saber que Bressi habría organizado el transporte de gran cantidad de estupefacientes desde Formosa hacia Mendoza, ya que mantuvo muchas conversaciones en este sentido con “Riky”. Una vez en nuestra provincia, la recibirían Julián Nadal y Matías Bressi, que se encargarían de la posterior etapa dentro de la cadena de tráfico.
Con esta información Gendarmería comenzó a “seguir” a un camión que venía cargado con arroz a granel que tuvo un desperfecto mecánico a 80 kilómetros de Resistencia, Chaco. Luego se captaron conversaciones entre Pizarro y Riky, que iba en un auto cumpliendo la función de “puntero”.
El 17 de febrero, Gendarmería detuvo en la localidad de Gutenberg, Córdoba, un camión Mercedes Benz cargado con arroz y conducido por Pizarro que fue trasladado a la Sede del Escuadrón “65″ Córdoba de Gendarmería Nacional. En primer lugar, revisaron a Pizarro y encontraron en su poder $21.760, U$S 100 y dos celulares.
Luego revisaron el camión y debajo de las lonas que contenían el arroz a granel, podían observarse bultos rectangulares envueltos en cinta adhesiva ocre: eran 2.474 “ladrillos” de marihuana con un peso total de 2.284,69 kilos.