Los dos jóvenes que golpearon a Tiziano Gravier, hijo de la exmodelo Valeria Mazza, quedaron detenidos por un lapso de 90 días en la alcaidía de Rosario. El juez Hernán Postma avaló la imputación que realizó el fiscal de la causa, el cual hizo hincapié no sólo en las lesiones que provocó el ataque contra Gravier, sino también la “connotación discriminatoria” de la agresión.
Tras analizar los videos del ataque y testimonios de testigos, el fiscal Rodrigo Santana acusó a Franco Ezequiel Z. de ser el primero en pegar un puñetazo en el rostro a la víctima. De acuerdo con las pruebas, Jesuán M. fue quien atacó en segundo término. Los golpes provocaron lesiones graves en la mandíbula de la víctima, que fue operado el jueves pasado en el Hospital Austral. Un día después fue dado de alta.
Los acusados pidieron perdón
Los dos agresores se presentaron dos días antes de ser imputados en el Centro de Justicia Penal casi al mismo tiempo de que sus domicilios eran allanados por efectivos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), algo que provocó la queja de su abogado defensor Jorge Bedouret. En la audiencia que comenzó a las 14 de este viernes los acusados pidieron perdón a Gravier y “se mostraron arrepentidos”, según explicó el fiscal Santana, quien aclaró que ambos sujetos se “entregaron” al saber que “habían sido identificados por haber circulado información en redes sociales y otros medios electrónicos”.
Santana le atribuyó el hecho ocurrido alrededor de las 5.10 del 5 de junio pasado, en inmediaciones de la intersección de calles Brown y Vera Mújica, en la puerta de un boliche del centro de Rosario, mientras Tiziano salía del lugar con su hermano Benicio y con dos chicas. Según la investigación, el joven fue provocado por los imputados con el término “tincho” (palabra despectiva que se utiliza para hacer referencia a jóvenes de clase media-alta), a lo que luego le siguió la agresión física “en forma artera, sorpresiva y violenta”.
Ante este hecho, el funcionario acusó a Jesuán y a Franco del “delito de lesiones dolosas graves cometidas mediando un acto discriminatorio por la posición social de la víctima”.
Los acusados están “aislados de la población carcelaria común”
Dentro de su estrategia de acusación, el fiscal remarcó que los agresores al usar la palabra “tincho” evidenciaron “una actitud discriminatoria fundada en la posición económica, condición social y características físicas de la víctima”. Santana dijo que la cuestión discriminatoria puede agravar la situación judicial de los acusados y elevar el mínimo de la pena por la que se los puede condenar, detalla La Nación.
El funcionario del Ministerio Público de la Acusación pidió como medida cautelar que los dos jóvenes quedaran con prisión preventiva por el plazo de 90 días. Franco y Jesuán fueron alojados en la Alcaidía de la Unidad Regional II, “aislados de la población carcelaria común”, de acuerdo al fiscal.
Santana explicó que pidió esa medida por varias razones, entre ellas, la expectativa de la pena, que va de uno a seis años y el peligro de fuga, entre otros motivos.
La querella coincidió con el planteo del fiscal de solicitar la prisión preventiva por 90 días. Y argumentó que además del daño físico y psicológico también le provocaron un daño emocional, ya que la víctima tenía pasaje para viajar a una competencia de esquí en Francia.
Ante el pedido del fiscal, el juez de la causa Hernán Postma aseguró que “si bien el encuadre legal es provisorio, las evidencias en esta etapa inicial de la investigación hacen presumir la participación de los imputados en el hecho, algo que ellos no niegan”.
“Estoy destruido. Nosotros no somos así”
El padre de uno de los jóvenes detenidos, quien evitó dar su nombre, pidió disculpas, como luego lo hizo su hijo en la audiencia imputativa.
“Primero quiero pedir disculpas. Perdón en nombre de mi hijo, en nombre de mi familia, por el momento que están pasando, a Tiziano, a su papá, a su familia entera”, dijo el hombre durante una entrevista radial en Rosario.
“Estoy destruido. Nosotros no somos así, no es así”, advirtió el hombre que vive en Funes, que agregó que su hijo “nunca se peleó con nadie. Lo puedo asegurar. No sé por qué hizo esto y él tampoco lo sabe”, agregó.