Dos miembros del Grupo Especial de Seguridad de la Policía mendocina son desde el mes pasado también efectivos del BOPE, el grupo de élite de la Policía militarizada de Brasil.
El oficial ayudante Jonathan Miranda y el auxiliar Brian Mañas completaron el curso del Batallón de Operaciones Policiales Especiales (BOPE), una de las fuerzas de élite más prestigiosas del mundo, cuyas tácticas ganaron fama internacional tras las películas Tropa de Elite 1 y 2. “Usan las mismas técnicas que los Navy Seals”, apunta Miranda en referencia a los equipos tierra, mar y aire de la Armada de Estados Unidos distinguidos por su efectividad y precisión en cada operación.
“Un coordinador del curso de BOPE nos puso en contacto y empezamos a estudiar portugués, después nos enviaron las pruebas físicas para el ingreso y el jefe nos exigió al máximo y nos dijo que, si no pasábamos las pruebas, no íbamos a ir por una cuestión de respeto al GES. No podíamos dejarlo mal al grupo”, agrega.
Así fue como en febrero pasado los dos operadores del GES comenzaron el proceso y en abril se les tomó el examen físico en la unidad local. “Eran cinco kilómetros uniformados en 25 minutos, 3.000 metros en 12 minutos de trote, recuperación de un objeto a seis metros de profundidad en la pileta, 18 barras, 55 flexiones de brazos y otros ejercicios”, detalla Miranda sobre el entrenamiento.
Los aspirantes mendocinos llegaron una semana antes de que iniciara el curso y fueron alojados en el batallón del BOPE en Paraná. El entrenamiento inició con rituales que incluyen calaveras con velas, maltratos, interrogatorios y explosiones.
Durante las semanas que permanecieron en el batallón, los mendocinos completaron rutinas físicas muy exigentes y estuvieron bajo la presión constante de sus instructores.
Fueron 43 los policías que iniciaron el curso y al segundo día sólo quedaban 17. El resto había dimitido tras las exigentes pruebas. “Es como en la película (Tropa de Elite). Ya el primer día era un trote de 22 kilómetros en subida en un cerro en zona selvática”, ejemplifican.
Los únicos argentinos fueron Mañas y Miranda. “Lo principal que te hace soportar todo eso es que tenés la bandera argentina acá”, afirma Mañas convencido mientras señala el emblema patrio en el hombro izquierdo de su uniforme. “Estás representando a tu país y a tu provincia, a tu Policía. A tu unidad y, por supuesto a tu familia. Tenés que dejar en alto tu apellido. Todo eso te lleva a aguantar, es una cuestión de orgullo”, resume.
“Hay que llegar al final. Es entregar el cuerpo”, concluye Miranda.
Los comandos regresaron a Mendoza el pasado 27 de septiembre y ya comenzaron a compartir con sus compañeros las técnicas adquiridas en Brasil.
Como aprobaron el curso, los dos pertenecen al BOPE. Les asignaron un número de registro y una placa, que lucen en sus uniformes con orgullo. De ahora en más, si viajan a Brasil serán recibidos como un BOPE en cualquier batallón y recibirán alojamiento, comida y lo que necesiten.