Condenaron hoy al delincuente que en junio de 2020 cometió uno de los crímenes más aberrantes de los últimos años: un robo domiciliario ocurrido en Guaymallén en el que la víctima fue golpeada y abusada sexualmente y que, como consecuencia del hecho murió un año después.
Esta mañana los jueces Mauricio Juan, Alejandro Miguel y Ariel Spektor condenaron a 28 años de prisión a Guillermo Peluso (38), tras encontrarlo culpable de la muerte de María Elena Caro, una anciana de 72 años. La dura pena fue por una serie de delitos: homicidio criminis causa agravado por ser en contexto de violencia de género (femicidio) en grado de tentativa en concurso real con robo simple y abuso sexual agravado. Esta calificación tiene una máxima de 30 años.
Durante los alegatos la Fiscalía de Homicidios y la Querella Oficial habían solicitado la misma pena fijada por los jueces, en tanto que la defensa de Peluso se había inclinado por la absolución de su cliente.
Un crimen brutal
El 26 de junio de 2020, alrededor de las 11, María Elena fue encontrada por su hijo en el baño de su casa, ubicada en calle Carabelas al 200 de Guaymallén. La mujer estaba inconsciente, cubierta por su propia sangre y muy golpeada.
El hombre llamó al 911 denunciando que su madre estaba muerta y luego volvió a llamar para avisar que seguía con vida. Cuando los servicios de emergencias se presentaron en el lugar, la jubilada fue trasladada al hospital Central con graves heridas en la zona genital y en varias partes del cuerpo, producto de los fuertes golpes recibidos.
La víctima quedó internada durante una larga temporada, luego fue dada de alta y finalmente falleció en su casa, el 21 de julio de 2021.
El 1 de julio de 2020 Peluso fue detenido por personal de Investigaciones en su casa, ubicada en Diamante al 500 de Godoy Cruz. Los investigadores revisaron los registros de las cámaras de seguridad pública y de algunos negocios, así como de empresas de la zona. Con esos registros pudieron constatar que Guillermo Peluso había ingresado a la casa de su víctima por la zona inferior del portón de la cochera.
En el interior de la vivienda permaneció unos 40 minutos. Después salió llevándose una valija con ropa de la mujer y de su hijo, que finalmente dejó tirada en la vereda frente a la casa, probablemente con la idea de regresar por ella más tarde.
Luego volvió a ingresar a la casa donde había dejado a la mujer inconsciente y se retiró llevando consigo una moto Zanella de 150 cc de color negro. Al parecer no pudo darle arranque, por lo que optó por llevarla caminando a su lado.
Las cámaras captaron el recorrido hacia el Sur. En el camino, Peluso se cruzó con un vecino a quien le vendió una caja de herramientas que había sustraído minutos antes y continuó su viaje hasta su casa.
