La investigación de uno de los crímenes más resonantes de los últimos tiempos –el femicidio de El Carrizal- se iba a cerrar ayer con la condena a prisión perpetua para el sanjuanino Lucas Pérez Vicentela (44), pero el imputado a último el hombre decidió dar un paso atrás.
Ayer por la mañana, cuando los fiscales de Rivadavia Valeria Bottini (instructora de la causa) y el jefe de la Unidad Fiscal, Mariano Carabajal iba a cerrar el acuerdo con el defensor del acusado, en un juicio abreviado, con la máxima pena, Perez Vicentela se negó, algo que ha sucedido en muchos casos.
Luego dijo que iba a cambiar de abogado -el defensor oficial dejó de asistirlo- y nombró un letrado particular. De esta forma, el abreviado se cayó y ahora el acusado deberá enfrentar a un tribunal popular que deberá decidir si es culpable o inocente por la muerte de su novia, María Victoria Ruiz (44), la mujer asesinada a golpes en una casilla rodante en un camping de El Carrizal, en febrero de 2024.
Perez Vicentela está acusado de “homicidio agravado por el vínculo de pareja, en concurso ideal con homicidio agravado por ser cometido en contexto de violencia de género (femicidio)”, delito cuya única pena es la prisión perpetua.
Los doce jurados del tribunal popular escucharán el importante cúmulo de pruebas que recolectó la fiscal durante la investigación. Es que los investigadores encontraron en la escena del crimen un hacha y un martillo, en los que luego se detectaron material genético tanto de María Victoria como de Pérez Vicentela.
Luego, la necropsia realizada por el Cuerpo Médico Forense estableció que la víctima falleció tras recibir un duro castigo que le produjeron fracturas múltiples en la cabeza. Y las herramientas decomisadas son compatibles con esa agresión que el acusado intentó ocultar, lavándolas y ocultándolas, sin éxito ya que los investigadores lograron hallarlas.
Además, hay registros fílmicos que lo ubican en el camping y hay testimonios que lo señalan en el lugar, incluso hay un testigo que dijo haber llevado a Pérez en su auto desde Luján a Ciudad. Estos testigos participaron luego de una rueda de reconocimiento en la que señalaron sin dudar al imputado.
Para la Fiscalía el móvil del crimen sería el dinero: la mujer había denunciado a Pérez por el robo de 100.000 pesos y además algunos testigos señalaron que la relación era conflictiva. Con estos elementos la fiscalía sostiene la imputación: existió violencia de género.
Por otra parte, el hombre vendió el celular de la mujer en San Luis a un hombre por 40.000 pesos, lo que marca que se trató de un homicidio criminis causa: la mató para ocultar el robo.
Muerte en una casilla rodante
Alrededor de las 11 del viernes 2 de febrero pasado ingresó un llamado a la línea de emergencias 911. El encargado del camping Rivadavia le indicó a la operadora del Centro Estratégico de Operaciones que de una casilla rodante apostada en el lugar y cerrada con llave salía un olor nauseabundo.
Además, informó que desde una pequeña ventana observó un bulto, que parecía el cadáver de una mujer que podría ser de la propietaria de la casilla cuyos ocupantes había visto por última vez el viernes 29 de enero, tras pagar una semana de estadía.
Policías encontraron el cuerpo de la víctima en estado de descomposición, sobre una cama.
El martes 6 de febrero, tras una intensa búsqueda y un trabajo en conjunto entre la Dirección General de Investigaciones de Mendoza y la Policía de San Luis, Pérez fue detenido en la vecina provincia, en la localidad de Potrero de los Funes.
Un comportamiento llamativo
Tras ser detenido en febrero pasado, Pérez Vicentela, un hombre de gran contextura física ya que mide 1.83 y pesa 130 kilos, fue sometido a las pericias psicológicas de rigor por los especialistas del Cuerpo Médico Forense para establecer rasgos de personalidad e imputabilidad.
Es que en ese momento, se había determinado que le había enviado a la hermana de la víctima algunos mensajes diciéndole que se encontraba bien, utilizando el teléfono de la mujer. El imputado de esa forma se hizo pasar por la víctima, enviando mensajes desde que la mujer falleció hasta horas antes de que el cadáver fuera descubierto por los dueños del lugar de esparcimiento.
Otra conducta que llamó la atención de los investigadores es que Pérez Vicentela estuvo varios días en la zona de los campings de El Carrizal cuando el cuerpo todavía no había sido encontrado y luego decidió escapar a San Luis, donde finalmente fue detenido.
Otro dato llamativo es que el presunto autor del hecho se tomó el trabajo de limpiar la escena del crimen. Y si bien limpió perfectamente un martillo que se encontró oculto en la casilla, Policía Científica logró aislar unas manchas de sangre en el mango de un hacha que también fue encontrada en el lugar. Un pericia posterior detectó ADN de víctima y victimario.