Los ocho rugbiers están alojados en la Alcaldía de Melchor Romero a la espera de que la Justicia determine los destinos que tendrán cada uno de ellos. Mientras tanto, en las últimas horas, el servicio penitenciario hizo un informe donde revelaron que hay preocupación por la salud física y mental de los ocho imputados.
El grupo que se mantenía unido se quebró, existen pases de facturas entre ellos y hay algunos que no se dirigen la palabra.
En medio de esta difícil situación que están atravesando, le sacaron el único objeto, que según uno de ellos, los hacía aferrarse a la vida. “Nos sacaron los celulares que usábamos para hablar con nuestras familias. Hablar con ellos era lo único que nos mantenía vivos”, dieron a conocer en Noticias Argentinas sobre lo que dijo uno de los imputados.
En las últimas horas, se conoció una señal de alarma en el servicio penitenciario sobre la salud mental de los jóvenes, que están sufriendo severos daños psicológicos tras la determinación a la que llegó la Justicia, detalla El Trece.
“Si hacen esta alerta es porque realmente la situación es preocupante, porque sino ellos saben cómo manejar la situación. Máximo Thomsen y Enzo Comelli, serían los más afectados”, reveló Lorena Maciel en TN.
“Lo que dijeron es que tienen miedo por su integridad física y no por otros presos como venían diciendo hasta ahora los propios rugbiers, sino que tienen miedo de que se autolesionen, que atenten contra su integridad física o sus vidas”, remarcó la periodista.