Leandro Llaver, el empleado judicial de San Martín imputado y detenido por el presunto abuso sexual de una niña de 12 años, finalmente permanecerá detenido en la cárcel de San Felipe. Esto fue confirmado este miércoles por la mañana, luego de que el juez Darío Dal Dosso confirmara la prisión preventiva al hombre de 32 años y rechazara el pedido de prisión domiciliaria que había realizado la defensa de Llaver. De esta manera, el magistrado hizo lugar a lo que había solicitado el Ministerio Público Fiscal en la investigación de este posible episodio de Abuso Sexual Agravado.
Tras ser detenido a fines de agosto, Llaver -hijo del presidente del Concejo Deliberante de San Martín- fue trasladado al complejo penitenciario el 2 de septiembre pasado. Fue el fiscal de Violencia de Género y Delitos Sexuales, Germán Hnatow quien dispuso el traslado desde la comisaría 12 del departamento del Este, y lo hizo tras analizar los primeros avances de la causa. Ya en aquella oportunidad, el fiscal había rechazado el pedido de prisión domiciliaria realizado por el abogado defensor de acusado y que se había amparado en una enfermedad renal para el pedido.
Tras el rechazo del fiscal Hnatow, el pedido llegó hasta el juez Dal Dosso y el magistrado, en sintonía con el fiscal, confirmó que no se le otorgará la domiciliaria y deberá permanecer en la cárcel común cumpliendo la prisión preventiva.
El hecho
El 28 de agosto por la noche, Llaver fue detenido y trasladado a la comisaría 12 de San Martín. Esa misma mañana, la madre de una niña de 12 años se presentó en la dependencia judicial para denunciar que, de acuerdo al relato de su hija, desde hacía ya algunas semanas la nena y Llaver mantenían contactos a través de las redes sociales. Incluso, según denunció la mujer, el viernes 27 de agosto ambos se habían encontrado en el Aeroclub de San Martín.
Siempre de acuerdo a la denuncia de la madre de la víctima -reconstruida en base al relato de la niña- desde el aeroclub se dirigieron a Palmira a tomar algo y luego volvieron a San Martín, donde se quedaron en la casa de Llaver. En ese domicilio precisamente habría ocurrido la agresión sexual y los investigadores no descartan que se haya cometido -además- una privación de la libertad, ya que cuando la víctima habría querido irse, el hombre no se lo habría permitido.
Recién durante la mañana del día siguiente la menor logró escapar de la casa del imputado y regresar a su vivienda. Su madre, en tanto, ya había realizado una denuncia por averiguación de paradero de la niña.
Al aportar la información del denunciado, se constató de que se trataba de un empleado judicial y quien -al encontrarse justamente bajo tratamiento por su insuficiencia renal- no estaba desempeñándose de forma presencial y trabajaba desde su casa.
Prácticamente en el acto el fiscal de Violencia de Género y Delitos Sexuales, Germán Hnatow, tomó el caso y solicitó el arresto de Llaver y un allanamiento en su vivienda. Estas medidas se realizaron durante la tarde del sábado, donde la Policía arrestó al sospechoso y secuestró algunos elementos que podrían resultar como elementos de prueba.
