La indignación en todos los vecinos de la ciudad de bonaerense de Rojas tiene una lógica explicación y es que el femicida Matías Martínez tiene un gran historial de denuncias en su contra, todas por casos de violencia de género por varias víctimas, por abusar de una niña discapacitada en otra jurisdicción.
Además, Úrsula Bahillo y su madre ya habían denunciado en varias ocasiones a quien terminaría siendo su asesino y, a pesar de los reiterados pedidos de ayuda a la justicia, no recibieron ningún tipo de protección efectiva, siquiera un botón antipánico.
Mientras se espera que se resuelva la causa y se conozca la condena que tendrá el asesino, sus otros problemas legales, que dejaron en evidencia su violencia machista, comienzan a tomar rumbo en los tribunales.
Luego de aceptar su culpabilidad por agredir y amenazar en 2017 a Belén, una ex pareja de él, Martínez recibió una condena a 4 años de cárcel de cumplimiento efectivo el pasado lunes a la mañana.
Además, en los tribunales de Mercedes tiene otra causa en su contra por abusar a una adolescente discapacitada en su auto durante el 2020. La víctima en esa oportunidad fue la sobrina de una ex pareja de apenas 13 años.
Ante todos estos antecedentes el fiscal Sebastián Villalba de la UFI N°2 había pedido su arresto el cinco de enero pasado, días antes de otra denuncia de Úrsula, pero la justicia rechazó el pedido.
En ese entonces y con el magistrado de licencia, el juez Marcelo Romero, subrogante, no hizo lugar al pedido y adujo que no habilitaría la feria, al no desear vulnerar el principio del juez natural, según le confirmaron fuentes de tribunales a Infobae.
Con el fin de la feria, Villalba insistió en el pedido de arresto el 4 de febrero, un día antes de una nueva denuncia de Úrsula contra Martínez en la ciudad de Rojas. El pedido de detención fue concedido finalmente el viernes pasado.