A 8 meses del brutal femicidio de Florencia Romano (14), el caso se cerrará mañana en un juicio abreviado que tendrá como pena la prisión perpetua.
Mañana a las 15, el imputado Pablo Arancibia (33) será llevado a una sala de los tribunales provinciales donde se realizará un juicio abreviado que ya ha sido pactado por la Fiscalía de Homicidios y el abogado defensor, Rafael Manzur.
Así la cosas, tal como adelantó los Andes en diciembre pasado, el caso no se cerrará durante un juicio por jurado. La investigación sobre la muerte de Florencia fue realizada en un tiempo record para un caso de este tipo: en dos meses la fiscal de Homicidios Claudia Ríos, elevó la causa a juicio, tras cerrar la investigación.
Recuérdese que la adolescente fue asesinada tarde del 12 de diciembre de 2020 y su cuerpo apareció recién el 17 de diciembre en una acequia de Guaymallén. El caso tuvo gran repercusión mediática a nivel nacional y generó algunos marchas donde se pedía por la aparición de la niña.
Y el 17 de diciembre pasado, una la multitudinaria marcha por el femicidio de Florencia Romano terminó en incidentes provocados por un grupo minoritario de un par de decenas de manifestantes. Primero rompieron ventanas e incendiaron oficinas en Casa de Gobierno, Palacio de Justicia y luego en la Legislatura.
Estas son algunas pruebas que complican la situación del acusado: conocía la víctima luego de contactarla por Instagram; la fue a buscar a la parada de colectivos; el último contacto vía WhatsApp que hizo la adolescente con una amiga fue desde la casa del acusado; el vecino que llamó –sin éxito- al ineficiente 911 escuchó gritos, y declaró el primo del imputado que llevó en su auto el cadáver, creyendo que era un perro. Esas son, entre otras, los principales elementos que ha recolectado la fiscalía de Homicidios.
El caso
La familia de Florencia vio a la chica última vez el sábado 12 al mediodía y se estima que fue ultimada minutos antes de las 19,17. Horas más tarde Arancibia llamó a su primo y lo convenció para que lo llevara a tirar un perro que había sido atropellado y que, en verdad era el cuerpo de Romano cubierto por unas mantas.
Pues bien, en la mañana del mismo día Méndez se había ido de la casa ubicada en pasaje Berra y Padre Vázquez para visitar a una familia amiga que vive en Las Heras. En ese lugar almorzó y por la tarde fue de compras al centro. Luego volvió a Las Heras y se quedó a dormir, regresando a su hogar recién el domingo 13.
Ese itinerario ha quedado plasmado en el expediente judicial a través de diversos testimonios pero, a la vez puede ser cotejado mirando la geolocalización de su celular y algunas fotos que ella misma tomó con su teléfono.