Todavía inmersos en la indignación y la tristeza, familiares y vecinos despidieron este martes los restos de Roberto Sabo, el quiosquero asesinado a tiros en la localidad bonaerense de Ramos Mejía (partido de La Matanza). En ese contexto, los hijos de la víctima hablaron con la prensa y hasta le dejaron un duro mensaje a la dirigencia política.
En diálogo con el canal LN+, Nicolás, el hijo mayor del comerciante, se refirió al rol del presidente Alberto Fernández, justo en días donde se abocó a la campaña electoral y a cuestionar -una vez más- a Mauricio Macri en distintas declaraciones.
“Si tuvieras que decirle algo al Presidente, ¿qué le dirías?”, le preguntó el conductor Eduardo Feinmann al joven.
“Acá se puede putear a Macri, se puede putear a Cristina, pero a ellos los elige la gente y los eligen porque todos quieren vivir mejor. Ellos tienen que estar en la calle con nosotros, no escondiéndose de nosotros”, evaluó el chico.
“La verdad es que me chupa un huevo la política, pero el otro día vi un video de Alberto (Fernández) sobre (Mauricio) Macri donde decía: ‘Yo podría arreglar con el Fondo pero no los podría mirar a la cara’. Y me gustaría que venga a ver si me podría mirar a la cara ”, agregó.
“Me gustaría que venga Alberto y trate de mirarme a la cara, después de que se lavan las manos, creo que no podría mirarme a los ojos, ni a mí ni a mi familia”, afirmó Nicolás Sabo.
Por su parte, también en la tarde del martes, Pedro Sabo, padre de Roberto, cuestionó al gobernador bonaerense Axel Kicillof. Dijo que, al menos, el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, se acercó hasta su casa.
“Al menos (Berni) dio la cara y se hicieron cargo del sepelio. También, le manifestamos que necesitamos seguridad en el quiosco y nos expresó que iba a poner, pero no alcanza. Escuchando la radio ayer me enteré de que le robaron a un hombre a dos cuadras de donde mataron a mi hijo. (Axel) Kicillof, en cambio, nunca apareció ni llamó”, advirtió Pedro.
Por el crimen del quiosquero está detenido Leandro Daniel Suárez, de 29 años. Había salido de la cárcel en 2020 luego de cumplir casi seis años de condena a prisión por un robo a mano armada en Capital Federal. Su cómplice, una chica embarazada de 15 años, es inimputable.