El delincuente abatido por el policía retirado durante un robo domiciliario ocurrido ayer en Guaymallén, donde también murió el exuniformado, fue parte de una banda que asesinó a Cristian Antonio Verdugo Sepúlveda (36), un vecino de Vistalba que estaba por comer un asado en su casa, cuando se produjo homicidio.
El delincuente que perdió la vida a manos del también fallecido Héctor Enrique Pelayes (60) -policía retirado y presidente del Partido de los Jubilados- fue identificado como Roberto Rolando Pereyra Cruz (36), quien en 2018 fue condenado a 12 años y 6 meses de prisión por el delito de homicidio en ocasión de robo.
La muerte de Cristian Verdugo se produjo en la noche del 16 de enero de 2016 en una vivienda del loteo Los Olmos, ubicado en Almirante Brown al 2.900 de Vistalba, cuando el hombre recibió un disparo en el pómulo izquierdo.
Esa noche, cerca de las 22, llegó al lugar un Ford Fiesta conducido por Ariel Argota (34). Los hermanos Ángel Rubén Rojas (30) y Gustavo Exequiel Rojas (25) y Pereyra Cruz se bajaron e ingresaron luego en el lote 40, donde estaba el dueño de casa con su hija y su nieta de 5 años.
Luego de amenazarlos con armas de fuego, los ataron con precintos plásticos y los encerraron en una habitación y robaron algunos objetos de valor.
Pero los delincuentes consideraron que el trabajo no estaba terminado y decidieron pasar a la casa colindante.
Tras romper la tela perimetral con una tenaza, ingresaron al lote 41, donde encontraron a dos hombres que estaban junto a la churrasquera, preparando un asado.
Los hermanos Rojas llevaron a Verdugo al interior de la casa y allí, el hombre tomó una cuchilla para defenderse, pero, en ese momento, Rubén Rojas le disparó en la cara a Verdugo, quien murió instantáneamente.
Peleas durante el juicio abreviado
Tras un acuerdo entre el por entonces fiscal de cámara Javier Pascua y los defensores de delincuentes, se llegó a un acuerdo y fueron condenados por el delito de homicidio en ocasión de robo el 22 de marzo de 2018.
Las penas fueron las siguientes: Ángel Rubén Rojas recibió una pena de 20 años de prisión por ser el autor del asesinato; su hermano Gustavo Exequiel Rojas , 9 años por ser cómplice secundario; Roberto Rolando Pereyra, 12 años y 6 meses de prisión; y Ariel Argota, 14 años de cárcel.
Hubo otro imputado Marcelo Rivas (38), quien no se plegó al juicio abreviado.
El primer juicio por la muerte de Cristian Verdugo se realizó en agosto del año pasado en la Tercera Cámara del Crimen y debió ser suspendido por la enfermedad de un juez.
En ese momento el expediente estaba calificado como homicidio criminis y robo en poblado y en banda, agravado por el uso de arma de fuego.
Durante el abreviado, la relación entre los integrantes de la banda que cometió algunos robos en la zona se resintió cuando Rivas se negó a participar del juicio abreviado.
Entonces comenzaron las recriminaciones sobre la participación que había tenido cada uno en distintos “trabajos”. “Yo no robé el reloj, el reloj me lo diste vos”, dijo uno de los delincuentes. Luego Rojas, al ver que recibía la pena mayor, comenzó a gritar y a agredir a sus compañeros. Los penitenciarios tuvieron que sacarlo del recinto donde el juez Jorge Coussirat dictó sentencia.
Con libertad condicional
Tras ser condenado, a 12 años y 6 meses de cárcel, Pereyra consiguió que le rebajaran la pena a 11 años y 6 meses. Durante su encierro estuvo en las cárceles de cárceles de Boulogne Sur Mer y San Felipe y finalmente, estuvo detenido en la Colonia Penal de Gustavo André (Lavalle).
En esa instancia, el juez penal Sebastián Sarmiento le concedió el beneficio de la libertad condicional en abril de 2023.
Esta mañana, desde el Juzgado Penal Colegiado 1 informaron que Sarmiento lo hizo ya que “los informes del Consejo Correccional y los plazos establecidos por Ley, así lo permitieron”.
Pereyra se encontraba alojado en la Unidad 4, Colonia y Granja Penal, cumpliendo una condena de 11 años y 6 meses por homicidio en ocasión de robo por otro hecho, de la cual ya había cumplido 6 años, 10 meses y 14 días. Siendo declarado no reincidente, estaba incorporado al beneficio de Salidas Transitorias (10 horas de salida, con una frecuencia de 28 días) desde agosto de 2022. No registraba sanciones disciplinarias y en su legajo registraba conducta ejemplar (10) y concepto ejemplar (10).
La conclusión a la que arribó el Consejo Correccional dice: “la persona privada de libertad de marras presenta un correcto desempeño institucional, no ha registrado sanciones disciplinarias en el último trimestre, mostrando adecuada adaptación a las normas disciplinarias imperantes en esta Unidad Penal.
Tiene un trato muy respetuoso, tanto hacia el personal penitenciario como con sus pares. Realiza labor terapia de forma regular en el área de producción agrícola. Posee estudios secundarios incompletos y finalizó distintos talleres durante el ciclo 2022. Tiene hábitos laborales incorporados. No presenta inconvenientes en cuanto Seguridad. Ante las observaciones mencionadas y al no existir razones objetivas que inhiban el avance en el régimen progresivo de la pena, puede inferirse que el beneficio solicitado resultará favorable para el futuro personal, para una pronta reinserción social, por ello se estima beneficioso y se propicia el acceso al beneficio solicitado)”.
Además, su situación procesal se encontraba monitoreada por profesionales del Organismo Técnico Criminológico (OTC) que realizaron informes socioambientales y psicológicos.
