Esta mañana, tratando de escapar de la policía por los techos de una vivienda del barrio San Martín, murió Miguel Ángel Cerón Chirino (34), quien era intensamente buscado por el homicidio de Rodrigo “Chijo” Pelayes (42), ocurrido el mes pasado en la populosa barriada del Oeste capitalino.
El destino o la casualidad determinaron que “El Pipa” Cerón encontrara la muerte de la misma forma en que su célebre hermano, Matías Cerón (18), el famoso delincuente juvenil conocido como “El Morocha”, quien fue abatido por la policía hace 20 años, mientras escapaba por los techos de una casa, en la Cuarta Este de Ciudad.
Según una fuente policial “El Pipa” se habría subido a los techos y comenzó a disparar con la intención de escapar pero en ese momento cae tras recibir un disparo en el tórax. “Lo mató un policía en el contexto de repeler el ataque de Cerón”, explicó luego una fuente judicial.
“El Morocha” –apodo que cargó, se dice, luego de burlar a la policía vestido de mujer- fue abatido en agosto de 2003. Estaba armado con dos pistolas y tenía en la muñeca izquierda reluciente reloj de oro.
El folclore de las crónicas policiales le llegó a atribuir hasta 16 de homicidios y una larga serie de robos. Lo cierto es que siendo un adolescente comenzó a aparecer en breves noticias, hasta que quedó internado en el ex COSE.
Pero en febrero de 2001, con solo 15 años, llegó a la tapa de todos los diarios y abrió los noticieros televisivos, cuando Matías fue cercado por la policía en la vivienda de su novia, en la calle Doctor Moreno de Las Heras y entonces no tuvo mejor idea que salir con la chica a modo de rehén, amenazando a los uniformados con una 9 milímetros en la mano.
Fue el día más caluroso de año y un “sniper” del GES (Grupo Especial de Seguridad) conocido como “La Leyenda”, se subió a un techo de zinc y metido adentro de una caja de cartón, soportando 40 grados a la sombra, unos 50 al sol, le disparó desde 88 metros.
La bala del policía pasó entre el cúbito y el radio de una mano de El Morocha sin tocarle un hueso: un tiro perfecto que hizo que la 9 milímetros del chico saliera despedida al medio de la calle. Tres policías se le tiraron encima y lo detuvieron.
Tras recuperar la libertad, las andanzas de “El Morocha” terminaron una noche de agosto del 2003, cuando quedó encerrado por la policía en un frustrado intento de entradera en una vivienda de calle Inalicán y España, en la Cuarta Este de Ciudad.
Cerón intento escapar por los techos, pero fue alcanzado por una bala policial y terminó muriendo. A diferencia de otros hechos, el joven sólo llevaba dos pistolas, no tenía chaleco antibala ni granadas adosadas al cuerpo, elementos que alguna vez usó como armamento.
