El padrino del repartidor de mercadería asesinado ayer en Adrogué dijo que el crimen había destruído a su familia. “Quiero justicia para mi ahijado, me arrancaron un pedazo de mi vida. No entiendo cómo hay abogados, jueces y fiscales que dejan libres a los chorros y todavía tienen la matrícula, y pueden ejercer y decidir quién sale y quién no sale, es una locura”, expresó José.
En tanto, los investigadores analizaban hoy las cámaras de seguridad con el fin de dar con los dos "motochorros" que lo atacaron.
El hombre dijo tener esperanzas “de que las cosas van a mejorar, de que haya una nueva Justicia”, y afirmó: “Tengo ganas de pelear por una Justicia mejor para mi país”.
En tanto, fuentes judiciales le confirmaron que los investigadores analizan las cámaras de seguridad de la zona y que si bien hay un indicio sobre el paradero de los delincuentes, aún son buscados intensamente.
En las próximas horas se conocerá el resultado de la autopsia practicada al cuerpo de la víctima en al morgue judicial de Lomas de Zamora, precisaron.
Por su parte, Matías, primo de joven asesinado, indicó que su familia “está destruida” y que recordó que Fernando “estaba muy contento por el nuevo trabajo” en una empresa para la cual realizaba el reparto de mercadería.
“Fernando con unos ahorros había emprendido este nuevo proyecto, con ganas, con ese ímpetu que lo caracterizaba. Estuvo desempleado algunas semanas, nunca paró de buscar, la pandemia lo tenía bajoneado por eso, pero estaba muy contento por el nuevo trabajo”, remarcó
El joven lo recordó como “una persona que no tenía un gramo de maldad” y sostuvo que “él sabía que tenía que levantar los brazos y entregar los bienes, que no eran más que algo material, y así y todo recibió un balazo”.
“Esto nos da la pauta de que puede pasar en cualquier momento, en cualquier horario y en cualquier lugar, me parece que se tienen que tomar algunas medidas porque vienen pasando cosas que no deberían, esta vez nos tocó a nosotros, uno cree que nunca le va a pasar, estamos destruidos”, finalizó.
El hecho
El asesinato de Marino ocurrió ayer al mediodía cuando el repartidor se movilizaba a baja velocidad con su camioneta Renault Kangoo, color gris, ya que estaba buscando un domicilio en proximidades de la calle Italia y Bouchard, en Adrogué, donde aparentemente tenía que entregar un producto.
En esas circunstancias, dos hombres que se movilizaban en una moto de color azul se le pusieron a la par y lo amenazaron con armas, con intenciones de robo.
Se cree que en ese momento, Marino realizó una maniobra brusca ante el susto por la amenaza y uno de los delincuentes le disparó. La víctima fue trasladada en un móvil policial al hospital Lucio Meléndez, donde finalmente falleció.
El fiscal Gerardo Mohoraz, de la Unidad Fiscal de Instrucción (UFI) 6 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora, caratuló el expediente como “homicidio criminis causa” y ordenó la revisión de cámaras de seguridad municipales o privadas para dar con el paradero de los dos delincuentes, que según testigos, iban con cascos.