Marina Abigail Silva, la mujer policía de 34 años detenida por asesinar a sus dos pequeños hijos en San Luis, le mandó un mensaje a sus familiares vía WhatsApp donde les pidió perdón por el doble filicidio que había cometido minutos antes y, en un escrito, dio los motivos de semejante decisión.
Las víctimas, Bautista Funes, de 2 años, y Sofía de La Rocha, de 7 años, dormían en su cama en una vivienda del barrio Los Fresnos (Juana Kosley) cuando su madre tomó el arma, les puso la almohada en las cabezas y les disparó.
Previo a huir hacia la zona del dique Cruz de Piedra, donde fue arrestada luego en soledad, la policía dejó dos carteles alrededor de las 7 de la mañana del martes, uno en la puerta trasera de la casa que decía “no entres” y otro en la puerta del frente que indicaba “Melina, llamá a la Policía, no entres”.
Según lo informado por el diario El Chorrillero, Silva escribió una especie de carta en un cuaderno de su hija y dijo que tiene muchas deudas. Pidió disculpas, se despidió de sus padres, de sus hermanos y del papá de su hijo menor. También expresó que no quería dejar a sus hijos como una carga para nadie y que quería estar con ellos.
En la noche del lunes, entre las 22 y 23, la uniformada estuvo con su hermana, quien vive al fondo de la casa con sus hijos. Después, cada una se fue a descansar a sus respectivas casas y la subinspectora se comunicó por WhatsApp con el padre de Bautista hasta la medianoche.
Cerca de las 10 de la mañana, Silva fue detenida el martes en las cercanías del dique Cruz de Piedra, donde la encontraron en estado de shock con su arma reglamentaria. Según informaron las fuentes policiales, recibió contención psicológica y fue trasladada a una dependencia policial.
La causa fue caratulada como “filicidio” y se encuentra a cargo de la fiscal de Género, María del Valle Durán, quien junto al jefe de la Policía de la provincia, Pablo Vieytes, se hizo presente en el lugar de los hechos.
El lamento del abuelo de los nenes asesinados en San Luis
El abuelo de las víctimas y padre de la asesina mostró su dolor en diálogo con San Luis 24 Noticias: “¿Qué culpa tenían esos angelitos?”, lamentó.
Sobre los supuestos problemas económicos que tenía su hija policía, el hombre aseguró que “no estaba al tanto”. Sin embargo, aclaró que le había sacado un préstamo de $700.000 porque “había tenido un inconveniente con el banco”.
Al mismo tiempo, señaló que su hija “sufría violencia por parte de su expareja y padre de Bautista -uno de sus hijos-”, y sumó: “Esta mañana yo me iba a trabajar con mi pareja cuando me llamó mi otra hija y me dijo que Marina había puesto en un grupo de WhatsApp, ‘perdónenme hermanos, por lo que hice’”.
“No la notaba en ningún estado depresivo ni tampoco que tuviera algún otro problema similar”, manifestó el hombre respecto a la salud mental de la acusada.
“No quiero saber de ella, no quiero verla más ni que me la pongan enfrente mío. ¿Qué culpa tenían esos angelitos de los problemas que ella tenía?”, sostuvo.