Un pescador local encontró prendas que serían de Juan Carlos Woldryk, el peón rural mendocino que fue visto por última vez, el miércoles 30 de marzo cuando trabajaba en el campo “El Rincón” del partido bonaerense de Bolívar. El joven de 30 años, estaba siendo víctima de una extorsión con material fotográfico íntimo.
Según informó TN, el descubrimiento de la ropa se hizo durante este sábado por la noche en las inmediaciones del canal “Mercante” de la localidad de Carlos Casares, ésta se encuentra a unos 140 kilómetros de Bolívar por ruta, pero que en línea recta esa distancia se reduce a unos 71 kilómetros.
Un grupo de agentes policiales pertenecientes a la Dirección de investigaciones y de Policía Científica se encuentran realizando el análisis pericial de las prendas, se conocerá en las próximas horas los resultados, según se comunicó desde la Sub Delegación de Investigaciones Bolívar.
La mañana de este domingo fueron reconocidas las prendas por los familiares y compañeros de trabajo del joven mendocino de 30 años, bajo la supervisión de la doctora Cecilia Laso, ayudante de la fiscal Julia María Sebastián, en la sede de la Sub DDI Bolívar. En la investigación también colaboró personal de Policía Científica de Azul.
Según informó el diario bolivarense La Mañana, parte del rastrillaje que se formó para encontrar a Woldryk, se trasladó este domingo a las inmediaciones de la intersección de las Rutas 5 y 50 de Carlos Casares, donde se encuentra el canal “Mercante”.
Desde la Sub DDI destacaron la intervención del fiscal Martín Butti, par de la doctora Sebastián que lleva adelante esta causa, por la colaboración que prestó para que personal de investigaciones y de policía científica de Pehuajó hicieran rápida entrega de la evidencia secuestrada, que fue retirada por el jefe de la Dirección Departamental de Investigaciones de Azul en la ciudad de Pehuajó, que se encuentra a unos 60 kilómetros de Carlos Casares.
Vale recordar que el Comando de Prevención Rural (CPR) de Bolívar solicitó esta semana la colaboración de la comunidad en general y de empleados o propietarios de predios rurales ubicados en el Cuartel XII, zona donde se encuentra “El Rincón”, y de los partidos bonaerenses de Carlos Casares, Nueve de Julio, 25 de Mayo, Alvear, Pehuajó y Henderson. El pedido fue hecho luego de que un mega operativo, que el pasado lunes 4 de abril involucró a unas 270 personas, no pudiera encontrarlo.
Ante cualquier información que se pueda aportar para dar con el paradero de Woldryk, solicitaron que se comuniquen a los teléfonos de emergencias o al celular del CPR Bolívar (02314-572587), o bien a la comisaría local, cuya característica es 02314-420495/6, o al 911, Línea de Emergencias.
En este marco, vecinos de General Alvear, lugar de donde es oriundo Woldryk, realizaron una manifestación, por segunda vez, pidiendo respuestas más rápidas por parte de la investigación. Sin embargo, esa marcha, que se realizó el jueves pasado, no fue apoyada por la propia familia del joven, ya que se encuentran conformes con los avances de la investigación.
Confirmaron la extorsión
Vale recordar que la principal hipótesis de la fiscal Sebastián se basa en que la desaparición se relaciona con una extorsión que, desde la cárcel de San Nicolás, Woldryk estaba sufriendo durante los días previos. Incluso, pese a que el objetivo es encontrarlo con vida, no descartan que, por ese motivo, podría haberse suicidado.
De hecho, tras ser revisada la línea telefónica de Woldryk en las oficinas de la Sub Delegación de Investigaciones Bolívar (SUB DDI), se confirmó esta semana que efectivamente fue víctima de una extorsión telefónica, que se inició el 22 de marzo.
Desde la Dirección de Investigaciones, de esa localidad bonaerense, comunicaron que personal especializado de la Oficina Tecnológica de la DDI, bajo la supervisión de la fiscal Sebastián y con la presencia de una hermana del joven, realizó “un exhaustivo análisis pericial que permitió la inspección y análisis de las últimas comunicaciones que tuvo el empleado rural”.
Cómo fue el apriete que sufrió Woldryk
La fiscal explicó que el peón rural fue víctima de un engaño que consiste en que un grupo de delincuentes se hacen pasar por una mujer mayor de edad que seduce a la víctima vía chats virtuales, llamados telefónicos y/o mensajes de WhatsApp hasta conseguir que provea de fotos íntimas.
Luego, los extorsionadores simulan ser abogados, comisarios o fiscales. Llaman a la víctima y le dicen que, en realidad, esas imágenes fueron enviadas a una menor de edad, y que hay que poner determinada suma de dinero para que no se hagan públicas, y evitar denuncias penales.
Según reportó la fiscal Sebastián al diario La Mañana, Woldryk pagó dinero en dos oportunidades para frenar la extorsión, e incluso llegó a vender un auto. Pero, cuando creía que ya había abonado la totalidad de la cifra que los delincuentes le exigían, el detonante de su desaparición habría sido un comentario de un usuario en su Faecbook personal, realizado el 29 de marzo. Allí, se veía una foto de Woldryk en ropa interior bajo la advertencia “comunicate, porque esto empeora”.
Woldryk no había visto el posteo, pero sí una hermana suya, que le avisó de la situación. A la hora de esa comunicación, no se supo más nada de él. En este contexto, la fiscal tomó, en el mismo establecimiento, declaraciones testimoniales, y además realizó un rastreo de movimientos bancarios de Woldryk.
En ese marco, la fiscal detectó que, a pedido del peón, el comprador del vehículo transfirió $10.000 al CBU de un hombre que vive en San Pedro. Cuando allanaron ese hogar, descubrieron que se trataba de un comisionista que llevaba encomiendas a la cárcel de San Nicolás.
Con las pruebas recabadas, se ordenó, días atrás, otro allanamiento a la celda de Luis Miguel Galeano, un recluso alojado en el pabellón 4 de ese penal que cursa una condena de 9 años de prisión por un delito de gravedad. Allí, se encontraron chips de líneas telefónicas que, tras los recientes peritajes, coincidieron con las comunicaciones que Woldryk había tenido desde su teléfono.
Además, en la localidad de Gobernador Castro, donde viven la esposa y la cuñada de Galeano, secuestraron comprobantes de transferencias bancarias de la víctima desaparecida.
Otra pista importante, según relató Sebastián, fue que entre las pertenencias de Woldryk se localizó un número de teléfono anotado con la leyenda ‘fiscal’, que también los llevó a la Unidad Penal N° 3 de San Nicolás.
Si bien el joven de 30 años se llevó su celular, dejando el resto de sus pertenencias, ese entrecruzamiento de datos pudo hacerse gracias a información provista por la compañía telefónica. De hecho, Galeano quedó imputado por el delito de “sextorsión”.