En la segunda jornada del juicio por el asesinato del médico León Burela (64), una testigo declaró que la Fiscal de Homicidios Claudia Ríos le habría prometido una casa si declaraba y comprometía a las dos acusadas, Elizabeth Ventura (55), viuda de la víctima, y su amiga “la bruja” Mónica Castro (56).
Esta mañana se presentó a declarar ante los 12 integrantes del jurado popular Deolinda Antonia Algañaraz, quien fue empleada doméstica de la vidente y que actualmente vive, en calidad de usurpadora, en una vivienda de esa acusada.
La empleada doméstica pasó de ser la testigo “estrella” del caso –ya que ella habría generado una pelea entre las imputadas que terminó en una escucha telefónica comprometedora- a comprometer la situación de la fiscal Ríos y, tal vez, del resultado final del debate.
Es que, mientras el juicio contra las mujeres se retrasaba por un pedido de la fiscal para que los hijos de Ventura no participaran en el debate, la investigadora seguía buscando al hombre que le disparó al médico. Con ese objetivo realizó intervenciones en los teléfonos de algunos testigos, entre ellos, el teléfono de la empleada doméstica.
Los policías que realizaron las escuchas, redactaron un resumen final donde indican: “Algañaraz tendría intenciones de quedarse con la casa de Castro aduciendo que la Fiscalía, una vez presa la sindicada, le otorgaría el inmueble”.
En una de las escuchas, la empleada doméstica le cuenta a su novio que la fiscal Ríos -a quien llama “la vieja”- la ha contactado diciéndole que a través del sistema informático ha dado con ella por unas denuncias de violencia de género y delitos sexuales que la nombran. Luego, la mujer dice que Ríos le dijo a los fiscales de esas causas “ella es mi testigo….yo quiero que esté bien, que no les pase nada, tratá de solucionarlo, hace algo”.
Posteriormente, en relación a su participación en el presente juicio como testigo, la mujer le cuenta a su novio por teléfono que la fiscal le dijo: “vos vas a contar siempre con mi apoyo incondicional… y la casa, me dijo, no te muevas de ahí… no les des el gusto, que apenas logre encarcelarla el Fisco, como hizo con las casas de Elizabeth Ventura, se adueña de las propiedades. No permitas que te siga haciendo daño, que apenas ella quede presa esa vivienda queda a tu nombre”.
Esta mañana durante el juicio la defensora de la vidente, Susana Soleti, le preguntó a Algañaraz si alguien le había prometido algo para que declarara, algo como una casa, por ejemplo, pero la mujer lo negó.
Entonces Soleti solicitó que se leyeran las desgrabaciones de las escuchas y todos en la sala oyeron lo que la mujer le había contado a su novio cuando tenía el teléfono pinchado.
A su turno, la fiscal repreguntó a la testigo sobre el contenido de las escuchas en las que la empleada doméstica se refirió al ofrecimiento de la vivienda.
El crimen del médico Burela
El 15 de abril de 2019, aproximadamente a las 10 horas, Elizabeth Ventura Ortiz le habría facilitado el ingreso a su casa, ubicada en el barrio 25 de Setiembre manzana D, casa 17 de Las Heras, a un hombre “aún no identificado”, con el que previamente habría acordado matar a su esposo, León Domingo Burela. Seguidamente, éste sujeto le efectuó cuatro disparos a León Burela impactando tres de ellos en su cuerpo y provocándole la muerte para luego darse a la fuga.
Por otra parte, la “vidente” Mónica Elizabeth Castro Castillo con anterioridad al hecho investigado y conociendo la intención de la imputada Ventura, de quitarle la vida a su marido, fue quien la habría puesto en contacto con el autor material del hecho. El delito que se le imputa a Ventura es el de homicidio agravado por el vínculo en calidad de coautora; y a Castro, homicidio agravado por el vínculo en carácter de partícipe necesaria.