Tres años de prisión condicional fue la pena que recibió el productor ganadero Ricardo Adolfo La Regina, declarado culpable por la Justicia por la matanza de más de 200 pingüinos ocurrida en Punta Tombo (Chubut) en 2021.
Después de hallarlo culpable el 7 de noviembre pasado, los jueces Carlos Richieri, Eve Ponce y Laura Martini condenaron este miércoles al empresario por la muerte de 240 pingüinos de Magallanes en la reserva natural de Punta Tombo, donde el hombre utilizó una retroexcavadora para hacer un camino paralelo sin autorización y añadir un alambrado.
En concreto, fue condenado a tres años de prisión de ejecución condicional por el delito de daño agravado y crueldad animal, mientras que se le decomisó la máquina retroexcavadora que utilizó para cometer el hecho.
Se dispuso además la “inmediata intervención del Estado para que a través de los organismos competentes determinen e ingresen al establecimiento para realizar la recomposición del medio ambiente afectado”.
“Para ello se dispondrá un plazo de 60 días, para preservar el ecosistema y su compatibilidad con la presencia humana en el lugar, estableciendo cuáles son las áreas a proteger, cantidad de hectáreas y de qué forma se custodiará el ecosistema. El control de estas disposiciones se realizará cada 4 meses”, sumaron.
Sobre esto último, el acusado deberá “colaborar con la realización de estas actividades y ponerse a disposición de la autoridad competente”.
En la audiencia de cesura, la Fiscalía y la querella habían pedido cuatro años de cárcel, mientras que el defensor Federico Ruffa solicitó una pena de un año de prisión.
Para el Ministerio Público Fiscal de Chubut, se trata de un fallo que sienta un precedente para la justicia ambiental en el país: “La sentencia demuestra que es posible lograr condenas en casos de delitos contra el medio ambiente, incluso cuando existen presiones económicas en juego. Además, subraya el papel esencial de los fiscales como guardianes de la naturaleza y la ley”.
La Regina causó daños irreversibles sobre fauna y flora autóctonas en una estancia ubicada junto al Área Natural Protegida Punta Tombo, a 110 kilómetros de Rawson, en la provincia de Chubut. Esta terrible situación sucedió en el momento crítico del ciclo reproductivo, donde las crías están eclosionando o tienen muy pocos días de vida, y deben ser alimentadas con frecuencia.
Greenpeace Argentina, la Fundación Patagonia Natural y la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas (AAdeAA) participaron como querellantes en un juicio que tuvo carácter histórico, que abordó los cargos de daño ambiental agravado y crueldad contra los animales. Es la primera vez que un caso de “ecocidio” llegó a esta instancia judicial en Latinoamérica.
Si bien con anterioridad algunos casos ambientales habían llegado a la Justicia, la mayoría fueron archivados o se resolvieron con juicios abreviados que no llegaron a juicio oral. Es por eso que este proceso fue clave no sólo para este caso particular, sino para abrir la puerta a una mayor aplicación de la ley en los crímenes ambientales.