El farmacéutico de nacionalidad chilena que se encuentra detenido como presunto autor de femicidio de su mujer, Sonia Garbereglio (51) tendría antecedentes psiquiátricos, según sus vecinos. En una denuncia por violencia de género que la familia de sospechosos hizo en 2017 y que se archvió porque no existió delito, lo califican como “bipolar”.
Por lo pronto, Juan Carlos Romero (51) se encuentra detenido y en las próximas horas el fiscal de Homicidios Carlos Torres lo imputará por femicidio, delito que tiene como única pena la prisión perpetua.
Esa mañana, vecinos de la víctima explicaron a una cronista de Canal 9 que el sospechoso,era un paciente psiquiátrico y que esta patología había sido diagnosticada hacía ya varios años.
Incluso, esta situación era conocida por los vecinos y las amigas de la mujer. “Él estaba medicado, de hecho, estuvo medicado en un episodio en el año 2017 que estuvo internado”, explicó una vecina agregando que tenia conocimiento de discusiones y peleas que nunca habían desembocado en hechos de violencia extrema.
“El necesitaba un tratamiento, de hecho, la semana pasada hubo un episodio donde ella vino y estuvimos con ella tomando algo fresquito, vino él, la buscó, se notaba nervioso y yo le ofrecí mi apoyo, él conmigo siempre fue buena persona, el trato de usted, muy cordial. Le ofrecí pasar y hablamos de cualquier conversación para sacarlo de su estado de nervios y todo se calmó”, detallo la vecina.
Una denuncia anterior por violencia de género
Por otra parte, en noviembre de 2017 se presentó en la Fiscalía de Violencia de Género la madre de Romero para denunciar que su hijo había golpeado a su nuera y que era una persona violenta, con trastornos psiquiátricos y que no tomaba la medicación que le habían recetado.
Según la madre la hermana y la víctima el hombre era bipolar. La hermana de Romero ratificó la versión de su madre, dijo que se produjo una discusión y que el farmacéutico la había dado dos piñas a su mujer durante una discusión que tanto ella como su madre no habían presenciado.
También se presentó a declarar la víctima: dijo que habían discutido, que el hombre era celoso y que había tenido un brote y le había pegado en la cara dos veces pero que no la habia lesionado.
Una psiquiatra del C. M. F. que evaluó al farmacéutico no determinó si habia una patologia pero estableció que el hombre tie nivel de inteligencia media, que podía prestar declaración y en relación a la pareja, dijo que había una relación disfuncional con patrones de agresividad mutuo. “Ella no quería que le pintaran los dedos”, explicó una fuente consultada por Los Andes.
Una psiquiatra del C. M. F. que evaluó al farmacéutico estableció que el hombre tenía en ese momento un nivel de inteligencia media y que podía prestar declaración, es decir que no era inimputable. Y en relación a la pareja, dijo que había una relación disfuncional con patrones de agresividad mutuo.
Finalmente el caso se archivó ya que no existió delito. La mujer, por último, solicitó que lo internaran por lo que el asunto pasó al hospital El Sauce.
La hija denunció el femicidio
El femicidio se produjo ayer cerca las 21.40, cuando ingresó una alerta al 911 por un episodio de violencia de género en una vivienda ubicada en Alem al 1.050, de Gutiérrez. Personal de la Policía de Mendoza entrevistó a una joven, quien relató que sus padres habrían discutido y el hombre la habría asesinado.
Los policías hallaron a la víctima, Sonia Beatriz Garberoglio Larraín, sin vida y tendida en el piso de la cocina, con varias lesiones en el cráneo, provocadas aparentemente por una botella de vidrio.
Romero también ensangrentado, presentando lesiones en la frente, boca y planta del pie, por lo que fue trasladado al hospital Central en calidad de detenido.