En la madrugada de este viernes la policía de Buenos Aires desbarató una fiesta de egresados clandestina. La misma se realizaba sin protocolos y participaban alrededor de 400 personas, incluyendo alumnos, padres y madres de los chicos. El hecho ocurrió en el barrio de Pompeya.
El local, estaba clausurado desde el pasado 27 de noviembre. Al arribar las fuerzas de seguridad y otros organismos reguladores, se encontraron con un gran grupo de jóvenes “amontonados y sin respetar el distanciamiento social ni utilizando barbijo, junto con un grupo de aproximadamente 20 padres y madres”, según informaron fuentes del caso.
Frente a este escenario, la Fiscalía de Flagrancia Sur dispuso el desalojo del lugar y confirmó la clausura del bar por la violación de los protocolos impuestos por la pandemia, señaló Clarín.
El lugar, que en el frente del local se identifica como “cervecería”, por dentro estaba preparado para funcionar como local bailable.
Participaron del operativo efectivos de la División Operaciones Especiales Requeridas por el Ministerio Público, junto con la Agencia Gubernamental de Control (AGC) y del Cuerpo de Investigaciones Judiciales (CIJ).