El lunes en la tarde trabajadores del parque La Palmira, en San Martín, hallaron un cadáver a medio vestir, con golpes en la cabeza y los genitales mutilados. La víctima fue identificada esta noche por los investigadores, quienes apuntan a que el joven de 28 años fue asesinado a modo de una venganza por un delito sexual.
El cuerpo hallado pertenece a Jorge “Ñoño” Sosa, con domicilio en Palmira, quien tiene varios antecedentes por lesiones, amenazas y violencia de género, según confiaron a Los Andes fuentes de la investigación. Además, no se habían presentado denuncias sobre su paradero, ni siquiera por parte de sus padres, siendo que -de acuerdo a los primeros informes- llevaba algunos días ya sin vida al momento del hallazgo.
Tanto policías como la Fiscalía de San Martín investigan la hipótesis de que la víctima sea un trabajador golondrina. Y si bien sus características físicas no coincidían con las de ninguna persona denunciada como desaparecida, en la noche de este martes fue identificado.
Como el cadáver estaba en avanzado estado de descomposición los especialistas de Cuerpo Médico Forense se vieron dificultados en hallar las huellas dactilares del cuerpo, que en principio se creía que se trataba de un hombre de unos 40 años, pero finalmente pudieron ser obtenidas, lo que logró su identificación.
Violento suceso
Al momento del hallazgo, los peritos de la policía Científica se encontraron con un violento cuadro: el hombre presentaba un profundo corte en el cuello que traspasa la tráquea, seis heridas cortantes en el rostro, una herida cortante en la mano derecha, 8 heridas cortantes en el abdomen, una herida cortante en el cráneo y seccionamiento de la zona genital.
La violencia de ataque hace pensar que se trataría de homicidio ejecutado por venganza y las lesiones de los genitales indicarían que el o los asesinos pensaron que la víctima había cometido algún delito sexual y por ello fue ejecutado de esa forma.
Sumado a ello, los investigadores aseguran que se habrían encontrado con una “escena del crimen secundaria”, es decir que el hombre haya sido ejecutado en otro lugar y luego llevado hasta el parque ubicado entre la margen este de río Mendoza y ruta 50.
Se calcula que había sido asesinado entre 48 y 72 horas antes de hallazgo y, sin embargo no fue atacado por los perros. Por otro lado, no se encontraron manchas de sangre en el piso que concuerden con la gran cantidad de heridas que presentaba el cuerpo. Por eso, se ordenó de la Fiscalía de San Martín un nuevo peritaje de Científica.