En una situación complicada ha quedado la mujer que el viernes pasado llamó al 911 pidiendo ayuda por su marido y que ahora se ha transformado en la única sospechosa de un asesinato. Ayer fue imputada y en los próximos días se definirá si pasa a la cárcel.
María Vergara (75) lleva más de 48 horas detenida en el marco de la investigación por la muerte de José Veliz (77), el hombre con el que vivía en calle Moreno al 500, de Guaymallén.
Ella misma se había comunicado a la línea de emergencia para solicitar asistencia médica para su esposo, que estaba tendido en la cama y sin reacción. Con los profesionales ya en la vivienda, dijo que posiblemente el señor había sufrido un infarto y se había descompensado.
Los doctores comenzaron a revisar a Veliz y advirtieron no sólo que ya había fallecido, sino que además tenía una herida de arma blanca en el pecho. Ante esto la acusada cambió la versión y empezó a hablar sobre un posible suicidio.
A esta altura los investigadores policiales y judiciales trabajan en la escena y, claramente, la versión de Vergara no les cerraba. La hipótesis de que su pareja se quitó la vida era poco probable, debido a que no había ningún arma cerca del cuerpo.
Por el contrario, los pesquisas encontraron en la cocina un cuchillo tipo “táctico”, que creen que puede ser el elemento con el que atacaron a la víctima.
La investigación no cuenta con testigos presenciales porque la pareja vivía sola en el domicilio, ubicado en el distrito de Pedro Molina.
“Agresiva”
Luego de las contradicciones que presentó en su relato, la esposa del hombre fue aprehendida y el fiscal Gustavo Pirrello se tomó el fin de semana para resolver su situación. En principio no hay otra hipótesis, e incluso hay declaraciones de vecinos y familiares de la víctima, que dan cuenta de una personalidad agresiva de la mujer y de los malos tratos contra Veliz. Más allá de esto, no hay denuncias formales.
Tras el análisis de estas primeras pruebas en la causa, se procedió a la imputación de la sospechosa. El delito que le endilgaron fue homicidio agravado por el vínculo, que tiene pena única de perpetua.
Con la acusación ya resuelta, ahora se deberá establecer el lugar detención. Vergara tiene 75 años y esto no es un dato menor; teniendo en cuenta la gravedad del hecho debería ser trasladada a la cárcel, aunque por su edad quizás no esté en condiciones de estar en una penitenciaría.
Por ahora quedó en una comisaría, mientras se esperan evaluaciones sobre su estado de salud en el Cuerpo Médico Forense y en el Hospital Central. Ella sólo ha manifestado que es hipertensa.
El arresto domiciliario estaría descartado porque la mujer no tiene familiares en Mendoza-es nacida en Chile- y aseguró que no tiene donde alojarse.