La justicia imputó a los dos hermanos que dirigían, desde Mendoza, una organización dedicada a la distribución y producción de material de abuso sexual infantil con ramificaciones en varios países.
El fiscal Santiago Garay, especializado en ciberdelitos, imputó a Juan Carlos Zabala, un hombre de 33 años de edad, y a su hermana, Jesica Romina Zabala, de 33, por tenencia y distribución de material de abuso sexual infantil, delitos con penas que van de 4 a 8 años de cárcel, por lo que seguirán detenidos. El hombre se hallaba en un “nivel jerárquico” dentro de la organización debido a sus conocimientos tecnológicos.
Las detenciones de los hermanos se realizaron el jueves pasado cuando agentes Federales de la División Delitos Cibernéticos contra la Niñez y la Adolescencia, en el marco de la Operación Internacional denominada “NARSIL” que también registró procedimientos simultáneos en Bulgaria, China, kygyzstan, Rusia, Sri Lanka y Thailandia, países donde se comercializaba el material ilegal.
Operativos en Ciudad y Las Heras
Los allanamientos fueron ordenados por la Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia (UFECI), a cargo de Horacio Azzolin, y autorizados por el Juzgado interventor Federal Nº 3 de Mendoza, con la intervención de la secretaria Ivana Sandra Aramendi y del fiscal Santiago Garay Fiscalía especializada en Delitos Informáticos de Mendoza.
Entre los objetos secuestrados se encuentran: “dos computadoras y aparatos electrónicos, como celulares, discos externos, un pendrive, una tablet y un router. Además, entre el resto de los objetos, confiscaron trece tarjetas de crédito, $20.400 y una libreta con anotaciones”.
La Policía Federal intercambia y recibe información de las distintas unidades internacionales dedicadas a combatir este delito y así se pudo establecer “la existencia de un usuario radicado en nuestro país que se encontraba comercializando material Sexual Infantil, en diferentes países miembros de la Organización de Policía Internacional (INTERPOL)”.
Estos sujetos administraban un número importante de dominios en la Internet superficial dedicadas a “distribuir y comercializar imágenes explicitas de abuso de menores desde Mendoza hacia todo el mundo que les redituaron un patrimonio superior a los u$s 150.000, distribuidos en diferentes billeteras virtuales”.
Cuando se realizaron las medidas judiciales, los investigadores encontraron a los imputados con sus computadoras encendidas enviando este tipo de material hacia Rusia y Bulgaria, determinándose que eran unos de los principales distribuidores a nivel mundial.
Recolectadas las pruebas que certificaron esta información el magistrado interventor ordenó la inmediata detención de los involucrados, ordenando además el secuestro de todo el material incriminatorio: varias computadoras y demás aparatos electrónicos.