Dos rugbiers cordobeses fueron imputados por los delitos de “lesiones leves”, “violación de domicilio” y “daños”, por la golpiza de un adolescente de 18 años que les impidió participar de una reunión privada de egresados del secundario en la ciudad de Córdoba a la que no estaban invitados, informó el abogado de la víctima.
“Comenzó a dar resultados la investigación con las primeras dos imputaciones”, manifestó el letrado Carlos Nayi, representante querellante de Lautaro Insúa (18), víctima de la golpiza que ocurrió en la madrugada del pasado domingo en el country Los Carolinos, de la ciudad de Córdoba.
El abogado había solicitado ayer la imputación de cuatro jóvenes rugbiers involucrados en la agresión, en tanto el fiscal que interviene en la investigación, Horacio Vázquez, hasta el momento imputó a Mateo Soler (17) y Tadeo Torasso (18), a quienes Insúa apuntó como los agresores.
Nayi insiste en que los otros dos “también deben responder penalmente por sus acciones pasivas, por no haber intervenido para tratar de evitar la brutal agresión”.
Asimismo, sostuvo que Soler y Torasso están imputados por los delitos de “lesiones leves, violación de domicilio y daños”, en calidad de autores y que, por ahora, permanecerán en libertad.
De acuerdo con los datos del expediente, los cuatro denunciados habían sido autorizados por la seguridad del country para el ingreso a una vivienda, sin embargo advirtieron movimientos en otro domicilio donde se realizaba una reunión de egresados del secundario, con la participación de algunos padres, y lograron entrar.
El propietario de la vivienda le informó que se trataba de una reunión privada y les pidió que se retiraran, a lo que se sumó a ese pedido Insúa quien, según su relato, recibió como respuestas “dos trompadas” de Soler y que, al caerse, le aplicaron “patadas en el piso”, donde participó también Torasso.
“Sólo dos de ellos me golpearon, son Mateo Soler y Tadeo Torasso”, había manifestado en los medios Insúa, quien agregó que los otros dos observaban la situación sin intervenir, al referirse a los cuatro jugadores del Tala Rugby de Córdoba que habían ingresado sin autorización a la vivienda. Nayi aclaró que en la vivienda “había una reunión de egresados secundarios, no era una fiesta”.
Ayer, la Comisión Directiva del Tala Rugby Club emitió un comunicado para manifestar el “repudio y condena” por el acto de violencia, además de anunciar una investigación administrativa interna para adoptar las medidas disciplinarias correspondientes.
En tanto, el presidente de la Unión Cordobesa de Rugby, Félix Páez Molina, manifestó hoy a Cadena 3 que siguen trabajando con las “medidas correctivas para que las cosas cambien”, pero “se ve que en algunas personas no surte efecto”.
Destacó que es entrenador desde hace varios años y afirmó: “No preparamos a los chicos para que salgan a hacer lo que se viene dando; tienen que entender que la fuerza física es necesaria para adentro y no para afuera de la cancha”.
Molina adelantó que se trabaja en la posibilidad de exigir una declaración jurada anual en ese sentido.