Imputaron por femicidio al farmacéutico por el crimen de su mujer en Maipú: “Utilizó un elemento contundente”

Juan Carlos Romero seguirá detenido.

Imputaron por femicidio al farmacéutico por el crimen de su mujer en Maipú: “Utilizó un elemento contundente”
Femicidio en Maipú. Sonia Beatriz Garberoglio Larraín junto a su pareja, Juan Carlos Romero, quien fue detenido luego de una discusión que terminó en muerte.

La fiscalía de Homicidios imputó por femicidio al farmacéutico Juan Carlos Romero (51) quien está acusado de haber asesinado a su mujer Sonia Garberoglio (51) en su casa de Maipú, el lunes pasado.

El fiscal Carlos Torres tomó esa decisión hoy, tras evaluar la situación y teniendo en sus manos las primeras pericias psicológicas realizadas al acusado por los peritos del Cuerpo Médico Forense. El dato no es menor porque, en una denuncia que hizo en 2017 la misma familia del imputado había sostenido que se trataba de un paciente psiquiátrico que había sido diagnosticado como bipolar.

La imputación técnicamente es femicidio en concurso ideal con homicidio agravado por el vínculo. Entre las pruebas reunidas por el fiscal se encuentra el procedimiento policial inicial y el trabajo de policía científica en la escena de crimen.

“La mujer tenía varias heridas importantes. En el lugar habia varios objetos que se podrían haber utilizado para el ataque. Todo indica que se utilizó un elemento contundente”, dijo el fiscal, sin hacer mención de una botella que, según la versión policial se habría usado en la agresión.

En cuanto a Romero, el fiscal dijo que tiene lesiones que no son de gravedad y en principio, se está investigando en qué circunstancias se produjeron esas lesiones.

Se hizo primera evaluación psicológica que determinó que en una primera evaluacion y se determinó que comprende la criminalidad de los actos, que es capaz, entiende y comprende lo que pasa.

La brutal agresión sufrida por Sonia Garberoglio se produjo el lunes, cerca las 21.40, cuando ingresó una alerta al 911 por un episodio de violencia de género en una vivienda ubicada en Alem al 1.050, de Gutiérrez. Personal de la Policía de Mendoza entrevistó a una joven, quien relató que sus padres habrían discutido y el hombre la habría asesinado.

Femicidio Maipú. Ignacio Blanco / Los Andes
Femicidio Maipú. Ignacio Blanco / Los Andes

Los policías hallaron a la víctima, Sonia Beatriz Garberoglio Larraín, sin vida y tendida en el piso de la cocina, con varias lesiones en el cráneo, provocadas aparentemente por una botella de vidrio.

Romero también ensangrentado, presentando lesiones en la frente, boca y planta del pie, por lo que fue trasladado al hospital Central en calidad de detenido.

Al día siguiente los vecinos explicaron a los medios que Romero estaba bajo tratamiento y que habían presenciado discusiones y peleas.

La familia lo había denunciado en la fiscalía de Violencia de Género

Cuando el Ministerio Público Fiscal buscó en su base de datos detectó que, en noviembre de 2017 se presentó en la Fiscalía de Violencia de Género la madre de Romero para denunciar que su hijo había golpeado a su nuera y que era una persona violenta, con trastornos psiquiátricos y que no tomaba la medicación que le habían recetado.

Según la madre la hermana y la víctima el hombre era bipolar. La hermana de Romero ratificó la versión de su madre, dijo que se produjo una discusión y que el farmacéutico la había dado dos piñas a su mujer durante una discusión que tanto ella como su madre no habían presenciado.

También se presentó a declarar la víctima: dijo que habían discutido, que el hombre era celoso y que había tenido un brote y le había pegado en la cara dos veces pero que no la había lesionado.

Una psiquiatra del C. M. F. que evaluó al farmacéutico no determinó si había una patología pero estableció que el hombre tiene nivel de inteligencia media, que podía prestar declaración y en relación a la pareja, dijo que había una relación disfuncional con patrones de agresividad mutuo. “Ella no quería que le pintaran los dedos”, explicó una fuente consultada por Los Andes.

Una psiquiatra del C. M. F. que evaluó al farmacéutico estableció que el hombre tenía en ese momento un nivel de inteligencia media y que podía prestar declaración, es decir que no era inimputable. Y en relación a la pareja, dijo que había una relación disfuncional con patrones de agresividad mutuo.

Finalmente, el caso se archivó ya que no existió delito. La mujer, por último, solicitó que lo internaran por lo que el asunto pasó al hospital El Sauce.

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