Karen Ríos (20) fue asesinada a sangre fría el último lunes por la mañana en su casa del barrio Libertad, en Rivadavia, mientras que su madre (45) y su hermana menor (16) debieron ser trasladadas al hospital Saporiti en grave estado por heridas punzantes. Por el hecho quedó detenido Hugo Orlando Sosa (41), ex cuñado de la víctima fatal, y único sospechoso, a quien la fiscalía del Este imputó por “homicidio agravado por alevosía y por transversalidad y tentativa de homicidio”, confirmaron a Los Andes fuentes judiciales.
Eran casi las 8 cuando la familia Ríos fue sorprendida por Sosa, quien irrumpió en la vivienda ubicada en calle Juan José Paso para desencadenar una secuencia escalofriante bajo el mismo techo donde vive Melisa, su ex pareja y madre de su hijo de 5 años, hermana de Karen.
Cuando la Policía llegó al lugar se encontró con la muchacha de 20 años yaciendo sin vida en un charco de su propia sangre tras haber recibido un puñal letal en la zona toráxica, mientras que su madre y su hermana habían sufrido heridas de arma blanca en diferentes partes del cuerpo.
Minutos más tarde, ambulancias del Servicio de Emergencias Coordinado (SEC) llegaron al lugar, los médicos constataron que la estudiante de enfermería había fallecido y trasladaron a la mujer de 45 años y a la adolescente de 16 en grave estado al hospital Saporiti, de Rivadavia.
Ambas féminas se encuentran fuera de peligro, con evolución estable tras haber sido sometidas a cirugía y con acompañamiento del Servicio de Salud Mental, aunque la mayor seguirá en la Unidad de Terapia Intensiva, según informó el Ministerio de Salud.
Pero en la escena del crimen también había un tercer herido: el novio de Karen, quien logró alcanzar a Sosa cuando intentaba escapar y, a pesar de que le provocó una herida en la muñeca izquierda, el joven de 21 años resistió y logró retenerlo hasta que llegaron los uniformados.
Homicidio transversal
Sosa fue detenido por la Policía y trasladado a la subcomisaría de Reducción, donde quedó a la espera de la decisión que estuvo a cargo del fiscal Carlos Giuliani, quien lo imputó por “homicidio agravado por alevosía y por transversalidad”, por el femicidio de Karen, y “tentativa de homicidio agravado”, por las lesiones a las otras tres personas.
Para la ley, el homicidio transversal se da cuando el victimario busca terminar con la vida de una persona con el objetivo de generar sufrimiento y dolor en la persona con la que mantiene o mantuvo una relación de pareja.
La fiscalía agregó la figura “transversal” debido a que la hipótesis apunta a que Sosa, al no hallar en la vivienda a su ex pareja, ya que en la mañana del lunes ella no estaba allí, se ensañó con sus ex cuñadas y ex suegra para causarle un daño irreparable.
Pruebas claves
Personal de Policía Científica trabajó en la escena del crimen para recolectar pruebas que puedan respaldar el esclarecimiento del caso, como rastros de ADN y el arma homicida: el cuchillo bañado en sangre que tenía Sosa en una mano al momento de ser aprehendido, que deberá ser sometida a una prueba hemática que exprese si coincide con la sangre de las víctimas.
Toda esta batería investigativa, más los resultados de la necropsia al cuerpo de Karen y el testimonio de los sobrevivientes, serán esenciales en la investigación que encara la fiscalía del Este.
Sosa no tenía antecedentes por violencia de género, según se informó oficialmente. Sin embargo, vecinos y familiares de la familia Ríos expresaron en una primera manifestación en las cercanías de la vivienda donde se cometió el crimen, que el hombre era muy violento con la mamá de su hijo y que en varias ocasiones hasta la había amenazado de muerte públicamente.