Falleció otra de las mujeres que fue víctima del cruel ataque e incendio en La Boca, perpetrado por el plomero Justo Fernando Barrientos. Se trata de Mercedes Roxana Figueroa, quien presentaba quemaduras en el 90% de su cuerpo y era pareja de la primera víctima fatal, Pamela Fabiana Cobas.
El pasado domingo, en horas de la madrugada, un hombre roció con combustible y prendió fuego la habitación 14 de un hotel familiar en la que vivían cuatro mujeres de entre 42 y 52 años. Dos de ellas, Mercedes Roxana Figueroa (52) y Pamela Fabiana Cobas (52) eran pareja y residían en ese espacio desde hace 2 años. Más tarde, se sumaron Andrea Amarante (42) y Sofía Castro Riglos (49).
Alrededor de las 19 horas de este jueves, el Instituto del Quemado informó que Figueroa, quien tenía el 90% de su cuerpo quemado, sucumbió tras varios días en terapia intensiva. El pasado lunes, su compañera de vida Pamela Cobas se convirtió en la primera víctima de este trágico suceso, debido a la gravedad de sus quemaduras.
En lo que respecta a la condición de salud de las otras víctimas, se supo que Amarante, quien sobrevivió años atrás a otro fatídico incendio, el de Cromañón, presenta el 75% del cuerpo quemado y fue trasladada al Hospital Penna. Según medios nacionales, su vida se encuentra en riesgo y permanece con asistencia respiratoria mecánica.
Sofía Castro Riglos, por otro lado, presenta lesiones menos graves, aunque permanecerá hospitalizada en el Hospital del Quemado por precaución médica por, al menos, otros 15 días, según precisó La Nación. Asimismo, los galenos precisaron “que tuvo una evolución favorable y responde bien a las curaciones”.
Una versión de que una de las víctimas se encontraba embarazada también fue desmentida en las últimas horas.
Por su parte, el plomero de 68 años, Justo Fernando Barrientos, permanece detenido y enfrenta cargos por homicidio y lesiones graves, de acuerdo con Noticias Argentinas.
En lo que respecta a las circunstancias en las que se originó el terrible ataque, colectivos feministas y de la comunidad LGBTTIQ+ apuntaron a un acto de lesbo-odio.
Mientras las autoridades continúan con las tareas de investigación, también surgió la hipótesis de que el hecho fue producto de una discusión entre el plomero y las mujeres por quejas del hombre de que, durante la noche, las víctimas hacían mucho ruido.