El 29 de noviembre de 2020, cuatro días después de la muerte de Diego Maradona, la PFA y la Policía Bonaerense allanaron la casa del médico neurocirujano Leopoldo Luque, el último especialista en atender al astro del fútbol. En ella encontraron la historia clínica del Diez, una pila de cien páginas con anotaciones, también y la más curiosa, tres hojas sospechosas: en una, Maradona pide su historia clínica a la Clínica Olivos, donde Luque lo operó del cerebro. En otra, se encuentra una firma de Diego escaneada. En la última, varias firmas de Diego como si las estuvieran practicando.
Esa página con firmas del Diez, genera grandes sospechas de que su médico le falsificaba la firma, pero la pregunta más grande es por qué necesitaría hacerlo. El hallazgo, abre interrogantes sobre la relación del médico y el ídolo.
Las firmas ya fueron enviadas para ser analizadas por un perito caligráfico de la Asesoría Pericial de la Procuración.
El fiscal John Broyad, sabe que un pedido de historia clínica debe hacerse bajo firma expresa del paciente. Es por ello que según los cálculos, se cree que el supuesto falso pedido de Diego fue ingresado. Pero, ¿para qué lo haría?
Hoy, Leopoldo Luque se encuentra bajo sospecha. Los investigadores esperarán la decisión de la junta médica del caso para definir si lo imputan por homicidio culposo y mala praxis.
Los últimos días del 10
Las pericias histológicas y toxicológicas a la sangre, la orina y las muestras de órganos tomados del cuerpo de Diego Armando Maradona arrojaron resultados complicados, encontraron un hígado marcado por la cirrosis, un corazón visiblemente deteriorado con múltiples patologías y una batería de psicofármacos en la sangre: antidepresivos, anticonvulsivos, medicación para tratar su adicción al alcohol, pero ningún medicamento de prescripción cardíaca apareció en su sistema.
En las inspecciones a la casa donde murió el diez, en el country de Tigre, tampoco encontraron equipamiento médico: no había monitor para su corazón, un desfibrilador, un tanque de oxígeno, ni suero.
Por lo pronto, los fiscales consideran que Maradona efectivamente estaba bajo una internación domiciliaria, sin elementos, pero así fue. Un mail interno de las autoridades del country que está en poder de los investigadores aseguraba a los vecinos del country que no se alarmaran por la ambulancia que verían durante las 24 horas del día cerca de la casa del ídolo.