La fiscalía de Homicidios investiga cuál fue la causa de la muerte de un paciente psiquiátrico que falleció cuando unos policías lo sacaban de su casa, en Luján, para llevarlo a una clínica privada donde lo iban a internar.
El hecho se produjo el lunes pasado en el Segundo Barrio 13 de Diciembre, donde residía junto a su familia Matías Fernando Maldonado Di Betta, un hombre de 34 años que estaba diagnosticado con un cuadro de esquizofrenia.
Ahora, la Fiscalía de Homicidios abrió un expediente calificado por ahora como “averiguación muerte” en el que se investiga si la muerte de hombre fue por causas naturales o bien si se debió a la intervención policial y, en este caso, conocer el rol de cada uno de los 7 u 8 uniformados que trabajando en el fallido traslado.
Por ahora la familia del paciente ha pedido ser querellante en la causa, con el asesoramiento de la abogada Carolina Jacky, quien ha solicitado que se habilite la feria, es decir que se siga investigando durante el receso de verano. Esto, con el fin de poder incluir en el expediente distintas pruebas, tales como fotos tomadas en el lugar de hecho como aportar testimonios de vecinos que vieron la situación. La habilitación fue aceptada.
El hombre tenía un certificado de discapacidad de la Junta Evaluadora de Discapacidad de Luján con un diagnóstico de esquizofrenia por lo que se había ordenado un traslado a una clínica privada. El 19 de diciembre pasado el paciente transitaba un episodio psiquiátrico que requería internación por lo que el juzgado de familia interviniente ordenó el traslado con la participación de la fuerza pública solo en caso que fuera requerida.
Los vecinos fueron testigos
Lo cierto es que se presentaron en el lugar varios móviles policiales y unos diez policías para asegurar que el traslado se efectuara.
Según consta en la solicitud presentada por la abogada Carolina Jacky para constituirse como querellante, los uniformados solicitaron a la madre del paciente, a la hermana y a la tía que salieran de casa.
Hasta ese momento, según la madre de paciente, “Matías, que estaba en la cocina, tomando mate y fumando; se había bañado y cambiado para salir, pero manifestaba que no quería ir porque, no era necesario y tenía miedo de que lo internaran. Estaba totalmente lucido y tranquilo en ese momento, y un poco nervioso por la situación que se había generado. Él quería el médico de ECI lo controlara ahí. Estaba enojado conmigo y su tía, nos decía lo habíamos traicionado trayendo a la policía, y avisando a su doctora”.
Luego un grupo de 7 u 8 policías con precintos plásticos entraron en la casa y se dirigen a la cocina. El relato de la madre es el siguiente: “No sabemos qué pasó ahí adentro, aparentemente lo redujeron, para poder sacarlo afuera, minutos después vimos cómo lo sacaban a la fuerza entre todos los policías y Matías forcejeaba desesperadamente para soltarse, tenía precintos en las muñecas, dio unos pasos en el patio exterior al salir de la casa y como seguía resistiéndose con tanta fuerza, cayó al piso, (no puedo aseverar lo hayan hecho caer ellos) boca abajo”.
En ese momento, los uniformados le ponen unas esposas y el joven deja de moverse: “Se dan cuenta que se ha descompensado, en ese momento lo dan vuelta, y por el estado en que estaba, (yo podía ver su labios morados), empiezan a hacerle RCP los mismos policías, le sacan las esposas y precintos”.
Según el escrito en ese momento estaban presentes las tres familiares y gran cantidad de vecinos que fueron testigos de la situación.
“No se puede dejar de tener en cuenta el grado de vulnerabilidad que tiene una persona con discapacidad, y es por ello que nos encontramos ante una grave violación a los derechos humanos”, sostiene el escrito presentado por Jacky, agregado que “Matías está muerto y hasta ese mismo día de su muerte sus condiciones generales de salud, amén de su cuadro psiquiátrico, no anunciaban este final”.
Además apunta que “las huellas de los precintos en sus muñecas y golpes en las piernas han sido preservadas con tomas fotográficas que se tomaron de su cuerpo por indicación de la abogada de familia”.