La Fiscalía de Delitos contra el Medio Ambiente, contra los Animales y no Especializados investiga una posible contaminación ambiental en un predio 8 hectáreas ubicado en Chacaras de Coria donde, antiguamente, funcionó una empresa que producía ácido clorhídrico, soda cáustica y lavandina.
La sospecha de los investigadores surgió luego de que en el lugar -ubicado en Besares y Casales, a pocos metros del canal Cacique Guaymallén- se levantaran muestras que podrían contener mercurio, un metal pesado altamente contaminante que podría afectar a la salud de los vecinos de la zona y a los futuros ocupantes del valioso predio que, a futuro, podría albergar emprendimientos inmobiliarios.
El 23 de agosto pasado, el fiscal Sebastián Capizzi, jefe de la Fiscalía Delitos contra el Medio Ambiente, delitos contra los animales y No Especializados ordenó que efectivos policiales acompañados de personal de Bomberos y Defensa Civil, registraron el lugar, luego de que vecinos denunciaran que se había iniciado un fuego y de que podría haber residuos peligrosos.
“Se levantaron muestras de tierra que podrían tener mercurio, un elemento fácil de advertir porque es líquido. Ahora serán los especialistas de la Facultad de Ingeniería los que periciarán esas muestras”, explico Capizzi.
Es que este tipo de test no los hace el Cuerpo Médico Forense, por lo que solicitó un presupuesto a la UNCuyo para que en Ingeniería sean analizadas las muestras. Por estos días se está realizado el procedimiento administrativo para contratar este servicio, por lo que todavía no se tiene ningún tipo de resultado.
“La sospecha es que podría ser mercurio por la consistencia del material, el color metálico, grisáceo, terroso; es material que esta enterrado, pero tiene a aflorar”, explicó el fiscal indicando que se hizo un registro superficial y que para el mismo se utilizaron drones para sobrevolar las 8 hectáreas en busca de zonas afectadas de grandes dimensiones que no se encontraron.
Dos cuestiones a investigar
La fiscalía investiga dos aspectos de asunto: por un lado, determinar si, en efecto, se encuentran elementos contaminantes y, en ese caso, quién produjo la contaminación, y cuándo se realizó (si fue hace más de 12 años, el caso podría estar prescripto).
En ese sentido, se busca saber quienes fueron y quienes son los dueños del predio. Hace unos 15 años funcionaba en el lugar la empresa Keghart, una firma con 50 años de trayectoria en la producción de ácido clorhídrico, soda cáustica y lavandina.
Después pasó a manos de un hombre llamado Mesina, que se dedicó a la misma actividad. Luego los terrenos fueron subastados por los dueños de Keghart y fueron adquiridos por un particular que los habría cedido a una empresa. Hoy, registralmente el predio sigue a nombre de Keghart.
Por otro lado, la Fiscalía debe ocuparse de que, en caso de que haya contaminación, que se remedie, frene y recomponga ya que podría afectar a la salud pública.
El expediente se abrió por “contaminación con residuos peligrosos” (Ley Nacional 24051) y, por lo pronto, no hay imputados.
De comprobarse la presencia de mercurio, se deberán fijar las responsabilidades de particulares y del Estado. Es decir, establecer si algún dueño del predio desechó mercurio. Luego el actual dueño tendría la responsabilidad de mitigar la posible contaminación. En tanto que se deberá investigar cual fue el papel de Estado en cuanto al control sobre la actividad que allí se realizó y se realizará.
Se trata de cuestiones muy complejas desde lo legal, pues se mezclan responsabilidades civiles y penales; y cuestiones públicas con privadas, ya que se podría afectar el agua, el aire y el suelo, es decir bienes púbicos.
Por lo pronto, en las últimas semanas personal de Irrigación tomó muestras de agua -incluso en días de lluvia- para ver si en el curso de Cacique Guaymallén -cuyas aguas van a plantas potabilizadoras- se encontraban partículas de mercurio. El resultado fue negativo.
Según explicó Capizzi, hace unos 10 años los dueños los dueños de Keghart enfrentaron un juicio porque, presuntamente, habían contaminado las aguas del Cacique Guaymallén. Finalmente, los acusados fueron absueltos.