La Fiscalía de Delitos contra la Integridad Sexual y los abogados de las tres empleadas estatales denunciantes solicitaron penas de cárcel para el abogado y docente Alejandro Jofré, quien fuera subsecretario de Trabajo de Mendoza durante la gestión del ex gobernador Alfredo Cornejo.
Ayer, durante los alegatos del juicio que se le sigue a Jofré por 7 casos de abuso sexual simple y uno en grado de tentativa, el jefe de la Fiscalía de Tránsito Darío Tagua –en reemplazo de los fiscales de Delitos contra la Integridad Sexual- solicitó la pena de 6 meses de prisión en suspenso.
Por su parte, los abogados de las presuntas víctimas –Julieta Nacif y Alfredo Guevara- pidieron la pena de 3 años de prisión en suspenso e inhabilitación perpetua para cargos públicos.
Por último, la defensa de Jofré, llevada adelante por el abogado Juan Day solicitó la absolución de ex funcionario por el beneficio de la duda.
En los próximos días el juez Luis Correa Llano le dará el derecho al acusado de decir una última palabra y luego fijará fecha para dictar sentencia.
El caso
El juicio investiga tres expedientes acumulados: en el primero se investigan dos abusos sexuales simples y una tentativa; en el segundo, dos hechos de abuso sexual simple; y en el tercero, tres hechos de abuso sexual simple. Estas denuncias arrinconaron al ex funcionario, obligándolo a renunciar a su cargo en junio de 2018.
Durante el debate Jofré negó haber realizado tocamientos a las empleadas que estuvieron bajo su mando, sosteniendo que las denuncias fueron inventadas a modo de autodefensa, ay que no cumplían con los horarios de trabajo. Además ellas habrían extraviado algunos expedientes que luego denunciaron como perdidos para evitar problemas. También afirmó que las denunciantes lo señalaron porque pensaban que, al denunciarlo conseguirían beneficios en sus respectivos trabajos.
En contraposición las tres empleadas de la subsecretaría de Trabajo, también declararon ante el juez ratificando las denuncias. Además, una testigo presentada por la querella afirmó que habría sido sometida a tocamientos por parte de su superior, en varias ocasiones y siguiendo la misma mecánica, es decir cuando se saludaban.