Con los alegatos de apertura comenzó esta mañana en el auditorio de Tunuyán el juicio por el asesinato de la empresaria Norma Carleti, ultimada a puñaladas en marzo de 2018.
Los 12 tunuyaninos que forman parte del jurado popular empezaron a escuchar los alegatos iniciales de la Fiscalía de Homicidios y luego será el turno de los abogados querellantes y defensores. El juicio puede seguirse en vivo, en esta primera parte.
El jefe de la Unidad Fiscal de Homicidios, Fernando Guzzo, mostró un video inicial donde aparecieron los principales protagonistas, en tanto, que el fiscal de Tunuyán Jorge Quiroga expresó cómo fue el homicidio.
“Kevin, Alexis y juan Carlos (Guerrero) actuaron como sicarios, como asesinos pagados por el instigador, por Leonardo Hisa, mando a ejecutar este crimen”, dijo Guzzo al empezar su alegato inicial.
Los cuatro acusados son juzgado por el delito de “femicidio, homicidio calificado por el vínculo y homicidio calificado por ser cometido por precio o promesa remuneratoria”, cuya pena es la prisión perpetua.
“El único interesado en la muerte de Carleti era su esposo; era Hisa”, explicó Quiroga agregando que “les probaremos que Hisa fue a ver a Guerrero para acelerar la muerte de su esposa. Juan Carlos Guerrero fue el empleado de confianza, la mano derecha de Hisa. Envió a sus hijos a matar a Carleti”, agregó el fiscal Quiroga.
La acusación
El crimen de Norma Carleti se produjo a las 23.46 del 4 de marzo de 2018, Leonardo Hisa habría comenzado a planear el asesinato de su ex el 23 de febrero, día en que Carleti le comunicó que “el tiempo de llegar a un arreglo sobre la división de bienes había finalizado”. “Mañana en la mañana yo me voy a Mendoza, firmo los papeles y de ahí me voy al aeropuerto… Así que mañana firmo todo”, le habría dicho la empresaria a su ex pareja.
Siempre según la hipótesis de la fiscalía, tras ese mensaje Hisa le pidió a Juan Carlos Guerrero que le consiguiera a alguien para matar a la empresaria a cambio de una suma de dinero.
Guerrero, entonces, le habría pedido a su hijo Kevin que buscara a una persona para terminar con la vida de Carleti cuando la mujer regresara de Buenos Aires. Además, Guerrero compró un Fiat 600 para utilizar en el crimen.
De acuerdo a la acusación fiscal, el 2 de marzo Carleti llamó a Hisa para decirle que firmaría “todos los documentos para que sus abogados inicien el día lunes siguiente las acciones legales”.
El 4 de marzo, a las 21, Guerrero llamó a Hisa, quien le dijo que debía “acelerar la muerte de su esposa, ya que si Norma Carleti firmaba el lunes 5 de marzo las acciones legales del divorcio, los bienes deberían distribuirse en la liquidación de la sociedad conyugal e Hisa perdería una serie de propiedades que pretendía mantener en su poder”.
Fue entonces que Guerrero, como no consiguió a un asesino, decidió planificar la muerte de Carleti: el 4 de marzo a las 23.45, Kevin Guerrero, estando con prisión domiciliaria, junto a su hermano Alexis y otra persona no identificada se subieron al Fiat 600 que había adquirido su padre.
Los tres llegaron hasta el cruce de las calles Almirante Brown y Dalmau, estacionaron y fueron caminando hasta la casa de Carleti, ubicada en calle República de Siria 348, de Tunuyán.
Luego treparon la medianera, rompieron la puerta de la cocina, entraron y encontraron a Norma, “propinándole uno de ellos una patada en el rostro, como así también le asestaron 55 puñaladas con dos cuchillos de cocina con cabo de madera, provocándole la muerte y, finalmente, los causantes se retiraron del lugar en el automóvil antes mencionado, sin llevarse consigo elemento de valor alguno”, se lee en el expediente.